Reseñado por: Ash
Edición original:
Crossed # 0-9 (Sep-2008 / Mar-2010)
Guión: Garth Ennis.
Dibujo: Jacen Burrows.
Color: Juanmar.
Resumen_ Como se sabe, en todo medio de expresión cultural subyace la
intención de retratar, con su lenguaje característico, las situaciones socio
cultural que a cada individuo le toca vivir. Y el mundo del comics no es la
excepción. La saga de Crossed es un buen intento de entablar dialogo entre la
ficción y la realidad, pero incapaz de mirar más allá de sus referentes y de la
crítica a lo establecido simplemente para dotar de “discurso” su obra.
En el libro “vida y muerte de la imagen”, Régis Debray escribe el siguiente párrafo: “la abstracción hecha de las ‘cosas mismas se convierte pronto en la anestesia de los sentidos”. Mi intención no es hacer un repertorio filosófico sobre un comic norteamericano de gran tiraje, sino una especie de análisis de lo presentado en estos diez números publicados entre el 2008 y 2010 por la editorial Avatar Press, pero estas palabras encajan a la perfección en el bombardeo gradual que recibimos de parte de estas imágenes en el cotidiano.
Partimos con un número cero funcionando de prólogo
a la historia, que se centra en un grupo de sobrevivientes a este mundo post
apocalíptico donde los seres humanos son transformados en individuos impulsado
por todo tipo de instinto o deseos salvajes; desde canibalismo al auto
mutilamiento, pasando por la violación, sodomía y una que otra relación
incestuosa. De este grupo se destaca la presencia de personajes atípicos a este
género como una mujer ciega y un homosexual, formando una pareja con toques de
humor negro que pueden opacar el liderazgo de los verdaderos protagonistas
(Stan y Cindy).
Si debiese situar Crossed dentro de un género
en específico, diría que encaja más en la cinematografía de tipo serie b, más
que en el tipo de comic mainstream al cual nos tiene acostumbrado el mercado
norteamericano, y no hay que ser muy observador para darse cuenta de aquello.
Entonces ¿Dónde radica la originalidad de Crossed? ¿La hay?, vamos por parte.
Lo primero que llama la intención es la puesta
en escena, partiendo de una premisa más original que el simple descarrío
zombie; estas son personas infectadas más deudora del cine de Umberto Lenzi [1] así
como de The Walking Dead lo es del de George Romero [2]. El cruce de genero también
puede ser visto en la relación que van construyendo los personajes es lo
relevante en el transcurso de la historia más que la situación en la que se
desenvuelven; esto puede verse tanto en la literatura como en la televisión
(desde las novelas de Julio Verne, hasta Lost, pasando por El Señor de las
Moscas de William Golding, Crash de JG Ballard y El Ángel Exterminador de Luis Buñuel).
[1] Nigtmare City, Italia, 1980, 92 min.
[2] Dawn of the Dead, USA, 1978, 124 min
Obviamente el titulo guarda relación con la
imagen de la cruz (Cruzados). Una imagen potente con una cantidad de referente
en la historia de la humanidad. Ahí ya hay una abscisión con el tema, o sea, un
signo así de potente no es ocupado de divertimento, sino que debe suponer un
parada reflexiva sobre este y no un mero acto de presencia o invocador de lo
grotesco y lo pesadillesco del mundo.
Si bien, el argumento general se entrama en
lugares comunes (problemas de liderazgo, abuso del flashbacks, voz en off,
supervivientes natos, etc.) destacan pequeños episodios poco explorado en este
género, como el peso que significan los niños en esta sociedad, el temor a una
a una hecatombe nuclear bajo estas circunstancias y las medidas que son
necesarias para evitarlas. Se nota que Ennis tiene una línea de trabajo
congruente con sus intereses, y eso en esta industria al menos es un plus al
momento de considerarse un verdadero autor.
Mientras que el apartado grafico a cargo de
Jacen Burrows [3]
es más convincente, poco detallista y de líneas toscas, pero que
marchan de forma correcta en los momentos más gráficos de las mutilaciones (las
portadas consiguen tal cometido, muy chistosas por lo demás) pero no abusando
excesivamente en estas secuencias, cosa que si harán Javier Barreno y Raoul
Caceres en los siguientes spin-offs.
Ahora, considero que el mayor problema no se
encuentra en la llamada gratuidad explicita de sus escenas de violencia [4],
anestesiante a ratos; ni tampoco en el desarrollo de la historia y la psique de
los personajes, sino que en su crítica a medio camino sobre el poder de la
religión, en especial el catolicismo (¿eran necesarias esas cruces en la cara?)
en las conductas que gobiernan al mundo. Esto parece ser una constante en el
trabajo de Ennis, que si bien funciona en algunos de sus títulos de forma
excepcional [5],
en otro este queda como algo totalmente anecdótico, una crítica sin pies ni
cabeza, difícil de encontrar.
[3] Muy en la onda Steve Dillon.
[4] En algún momento Andy Warhol planteó que
el ver una imagen horrenda una y otra vez hace que esta pierda su efecto.
[5] Revisar su etapa en Hellblazer, los
primeros números de Preacher y Bloody Mary en versión más Cyber Punk.
Muy buen artículo, se agradece la diversidad...
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