Reseñado por: JML
Edición original: The Flash # 62 a 65 (May-1992 / Jun-1992)
Guión: Mark Waid.
Dibujo: Greg LaRocque.
Tintas: José Marzán Jr.
Color: Glenn Whitmore.
Portadas: Greg LaRocque.
Guión: Esta historia supuso la primera
colaboración de Mark Waid en la serie de Flash protagonizada por Wally West.
Qué mejor manera de iniciar que contarnos el primer año de Wally en el ruedo súper
heroico. Bajo el título de Año uno – un
título que DC ha hecho sello de fábrica desde el Batman: Año uno de Frank Miller
– Waid nos daría una mirada refrescante a las primeras aventuras de Wally como
compañero de Barry Allen, aprendiendo de lo bueno y de malo que trae consigo
este camino.
Como dijo William Messner-Loebs - antecesor de Waid en la colección - en
su texto de despedida: “Mark Waid es una
enciclopedia viviente del universo DC”. Y vaya que es verdad. Esta historia
es muestra de ello, abriendo camino a una de las etapas más memorables en la
historia del personaje – de los
personajes mirándolo como legado -, y porque no decirlo, de la historia de
los comic-books de superhéroes en general.
Nota:
6,5.
Arte: El dibujante Greg LaRocque que
ya largo tiempo llevaba en la serie - desde
el número 15 USA -, muestra una evolución favorable en relación desde sus
primeros números hasta esta saga. Se nota mucho más cómodo dibujando a Wally
con el traje que él mismo diseñó en Flash vol.2 # 50 - con los ojos blancos y textura metalizada -. Sumado a ello la
llegada de Waid parece haber re energizado su propuesta. LaRocque es acompañado
en las tintas por el incombustible José Marzán Jr.
Buen trabajo, aunque para una historia de “Año
uno” podría haberse utilizado a un equipo artístico distinto al de la serie
regular, para darle una mayor connotación.
Nota:
5,5.
Historia: Luego de resolver una amenaza
de bomba en el aeropuerto de Central city, por casualidad, Wally se encuentra
con su abuelo Ira West, al que largo tiempo no veía. Ira lo invita a cenar a su
casa, y mientras Wally lo espera, se topa con una caja con las pertenencias de
su “fallecida” tía Iris, que activan memorias de sus primeros días como Kid
Flash.
Wally recuerda su primer viaje a Central city
desde el aburrido pueblo de Blue Valley en Nebraska. En compañía de su tía
Iris, vio por primera vez a su ídolo Flash, a quien le presta ayuda para
detener unos criminales. Más tarde Iris le presentaría a Barry Allen - en ese momento Iris no sabía la doble
identidad de Barry -, el cual a Barry le parece lo más aburrido del mundo
hasta que lo lleva a su apartamento, donde le promete conocerá a Flash. Para
sorpresa de Wally, Flash aparece en el laboratorio del apartamento de Barry, y
este le ofrece responder cualquier pregunta que quiera por haberlo ayudado
antes. Wally le pregunta a Flash como obtuvo sus poderes, cuando a súper velocidad
arma una gaveta con los mismos químicos que le dieron su velocidad e
inesperadamente cae un rayo sobre Wally, produciéndose el milagro que lo dota
también de súper velocidad…
Flash, viendo que Wally necesita tutela, le da
una copia miniaturizada de su traje, convirtiéndose gracias a los medios en Kid
Flash. Como figura paterna, Flash enseña a Wally todo lo que sabe, y ambos se
convierten en los héroes y protectores de Central city.
Tras un tiempo, y luego de enfrentar a la
amenaza de su primer súper-villano en el Amo de los espejos - Sam Scudder -, Wally sufre un colapso, y
Flash preocupado por su salud lo lleva al médico. Precisamente su abuelo Ira
West lo revisa y luego de analizar el metabolismo del niño llega a la
conclusión que los cambios normales de niño a adolescente están matando a Wally
a causa de su híper metabolismo, un cuerpo en crecimiento no puede asimilar la
súper velocidad de igual manera que un adulto. Vale decir, si Wally seguía
corriendo podía morir.
Lleno de tristeza, Wally se ve obligado a
volver a su natal Blue Valley. Tras tener problemas con su padre Rudolph y la
inminente llegada de un tornado, Wally se ve obligado a usar sus poderes
nuevamente para salvar a Rudolph, quien queda atrapado bajo un tronco. Wally se
sobrepone al dolor que implica usar su velocidad y “rompe el muro”, lo que le
permite recuperar su salud…
En el presente, Wally disfruta la compañía de
su abuelo, y llega a la conclusión que Barry Allen le enseñó a ser Flash, pero
que Iris West le enseñó a ser Wally West.
Nota:
6,5.
Nota
final: 6,2 (Chile) / 8,8 de 10 (Global).
Buena historia que sirve para profundizar un poco más
sobre el origen e infancia de Wally West. Para Mark Waid sería el inicio de un
largo camino en Flash que lo llevaría a culminar una primera etapa plagada de
éxitos durante más de 100 números, y en lo más personal le valdría el
reconocimiento de los fans en general, trabajando al día de hoy en diversas
editoriales y bastantes títulos importantes como Kingdom come, Capitán América
o los 4 Fantásticos – por mencionar
algunos -. Waid fue quien introdujo el importante, y hoy por hoy fundamental, elemento de la Speed
Force a la mitología de Flash, por lo que siempre será recordado en la
franquicia.
En español, esta historia se puede encontrar dentro del primer tomo de la antología Universo DC: Flash editada por Planeta de Agostini. Colección que precisamente rescata toda la primera etapa de Waid a cargo del personaje.
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Saludos. 😉
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