Reseñado por: JML
Edición original: The Flash # 16 a 18 (Sep-1988 / Nov-1988)
Guión: William
Messner-Loebs.
Dibujo: Greg LaRocque.
Tintas: Larry Mahlstedt,
Tim Dzon.
Color: Michele Wolfman.
Portadas: George Pérez,
Andy Kubert.
Guión: Esta es la segunda historia de William Messner-Loebs a cargo de Flash, donde se nota
que poco a poco le va tomando el pulso a
los personajes, a la vez que termina
de atar cabos sueltos que quedaron pendientes de la anterior etapa a cargo
de Mike Baron.
Sin contar con sus poderes, Wally debe
seguirle la pista a Vándalo Salvaje, quien ha
comenzado a comercializar la droga de Velocidad-9 por toda la ciudad, y
para poner aún más en jaque las cosas ha secuestrado a la hija de un influyente
hombre de negocios. Como es característico de Wally, busca soluciones simples a problemas complicados, a la vez que convierte enemigos en amigos, en este
caso haciéndose buen amigo de Jerry McGee, relación de amistad que se
mantendría con el paso del tiempo. Por lo mismo este arco se llama “Las
aventuras de veloz McGee”, pues la ayuda
de Jerry es clave para seguirle el rastro a Salvaje. También cabe destacar
que en el número 16, el primero de esta historia, Wally termina su relación sentimental con Tina McGee.
En definitiva, una entretenida historia para los
fans del Flash de Wally West, un paso
más en su evolución como héroe.
Nota:
6,0.
Arte: Así como poco a poco
Messner-Loebs se iba afianzando en la parte argumental, igual caso sucedía con Greg LaRocque en las labores artísticas.
Acompañado por Larry Mahlstedt en los acabados de los primeros dos episodios, y
Tim Dzon en el último, el resultado no es
tan espectacular, pero si efectivo.
A destacar el arte de las portadas que son
obra del magnífico George Pérez en
el número 16 y 17, y de un aún poco verde Andy
Kubert en el 18.
Nota:
5,0.
Historia: Para hallar a Vándalo Salvaje, un
Wally West desprovisto de sus poderes debe encontrar ayuda en personas que
jamás pensó. Así acude a Jerry McGee, quien junto a Mason Tollbrigde le sirven
de compañeros en esta arriesgada cruzada.
Pasando por antros del bajo mundo, Wally y compañía
van encontrando pistas que los llevan a enfrentar desde adictos de la
Velocidad-9 a Nick Bassaglia, hasta finalmente encontrarse con un ex-miembro de
la Trinidad azul bastante maltratado.
Para añadir más problemas al asunto, Salvaje
ha secuestrado a la hija del odioso inquilino de Wally, el señor Gilchrist. En
el momento preciso Wally recupera sus poderes llegando a la pista final que lo
hará encontrar a la bebita de Gilchrist, precisamente en el cementerio donde está
la tumba del difunto Barry Allen.
Wally rescata a la bebita y es atacado por un
helicóptero en el cual presumiblemente se encuentra Salvaje. Gracias a un
certero disparo de Mason el helicóptero resulta destruido y la bebita es
devuelta a su padre. Wally no acepta la recompensa de Gilchrist, con cierto
grado de orgullo tanto como de heroísmo.
Nota:
6,0.
Nota
final: 5,6 (Chile) / 8 de 10 (Global).
Una trilogía en que prácticamente Wally pelea contra un enemigo invisible, pues Vándalo Salvaje se esconde
entre las sombras solamente atacando
tras subterfugios y terceras personas, lo cual desde cierta perspectiva
hace más interesante el relato en una historia casi de corte detectivesco por
saber el siguiente paso del villano. Aquí, a falta de poderes y recursos, es
donde la ayuda de Jerry McGee es necesitada, pues a pesar de ser científico y
no detective, tiene una mente brillante.
Y para completar la ecuación tenemos al “normal” Mason Tollbrigde que a veces desde una perspectiva de hombre común y
corriente puede ver cosas que los demás no perciben.
Recomiendo la lectura de estos números, en lo
personal me evocan muy buenos recuerdos. La única edición en español que
conozco es la de editorial Perfil,
en las páginas de Flush man # 16 a 18.
Si tienes suerte en una de esas puedes encontrar estos ejemplares, sino sólo
aplicar a la descarga digital.
Se agradece tu visita. Nos leemos en una
próxima reseña. Síguenos también por Facebook o Twitter. 😉
Recuerdo esa saga con mucho cariño; recuerdo que al principio no me gustaba el estilo de dibujo de LaRoque, pero con el tiempo me fui acostumbrando. Tiene un excelente trabajo de guión, han convertido a un personaje como Jerry Mc Gee en alguien muy interesante, así como a Mason divertido. Fue muy interesante verlo a Wally ayudado por personas "comunes", encontrándose él mismo en parte de la historia sin su velocidad. Mc Gee aparece como un hombre adulto muy maduro y reflexivo, haciendo un gran contraste con la personalidad de a ratos impulsiva de Wally. Las historias y recuerdos del "agujereador" por parte de Mason (no recuerdo si es en esta saga que comienzan a aparecer dichos recuerdos) le dieron un toque grotescamente gracioso a las historias. Esta fue una de las sagas que màs me han gustado de toda la colección
ResponderEliminarGracias por tu visita ;)
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