TITANES: EL CONTRATO DE LÁZARO – DC COMICS

Reseñado por: JML

Edición original: Titans # 11 (May-2017)

                  Teen Titans # 8 (May-2017)

                  Deathstroke # 19 (May-2017)

                  Teen Titans Special # 1 (May-2017)

Guión: Christopher Priest, Benjamin Percy, Dan Abnett, Larry Hama.

Dibujo: Brett Booth, Khoi Pham, Carlo Pagulayan, Roberto J. Vicaya, Paul Pelletier.

Tintas: Norm Rapmund, Wade Von Grawbagder, Jason Paz, Sean Parsons, Andrew Hennessy.

Color: Andrew Dalhouse, Carrie Strachan, Jim Charalanpidis, Jeromy Cox, Adriano Lucas.

Portadas: Mike McKone.

Portadas alternativas: Brett Booth, Phil Jiménez, Iván Reis.

Guión: Sin duda una de las historias más grandiosas y populares - sino la más - en la trayectoria de los Titanes corresponde al ya mítico Contrato de Judas, realizado por Marv Wolfman y George Pérez en 1984. Este actual arco de El Contrato de Lázaro invita de inmediato al raciocinio del aficionado más avezado a hacer algún nexo entre ambas historias, siendo tan sólo la presencia de Deathstroke, como el motor detrás de los eventos en ambos casos, lo único que coincide.

 En el Contrato de Judas, Deathstroke infiltró a Terra en los Titanes, como bien indica su nombre, para hacerla de Judas y traicionarlos. En el actual caso, el nombre también resulta un indicativo de un aspecto de la trama, pues tal cuál Lázaro, quien tenía la facultad de regresar a la vida, Deathstroke realizó un contrato durmiente con Dick Grayson. Contrato que podía revivir si alguna de las partes incumplía. El caso es que Slade Wilson ahora pretende capturar a ambos Wally West para hacerse del control de la Speed Force y reparar sus errores viajando al pasado, siendo el mayor de ellos la muerte de su hijo Grant.

 Para contarnos esta historia que suena tan ambiciosa, tenemos a los equipos creativos de ambas series de Titanes, Titans y Teen Titans, más el de la serie de Deathstroke. Todo para finalizar en un cuarto episodio presentado en el Teen Titans Special # 1. La frase con la que podría resumir este intento es “mucho ruido y pocas nueces”. La intencionalidad no basta cuando el desarrollo no es el más apto. Hay un poderoso contexto para ser explotado respecto a la complicada relación de Deathstroke con sus hijos, más aún sumando a los Titanes en la ecuación. Sin embargo, pese a ofrecer una entretenida lectura, la oportunidad no es aprovechada del todo bien. En perspectiva, a la larga lo más interesante del caso será explorar las consecuencias que se ramificarán a lo largo de las tres series que participaron de esta historia.

Nota: 5,0.

Arte: El apartado artístico destaca un poco más a la hora de mirar estos cuatro números como un producto avocado a contar una misma trama conjunta. Los estilos particulares de cada artista juegan bien en función de la narrativa visual, partiendo con un Brett Booth que se ha esforzado algo por mejorar su propuesta, pasando por un Carlo Pagulayan cada vez más sólido, hasta un Paul Pelletier que sirve como parche para las situaciones de emergencia, en este caso en el Teen Titans Special # 1. A destacar el diseño del traje de Deathstroke emanando la Speed Force, que luce notablemente bien.

 Sobre las portadas de estos cuatro números, al juntarlas forman una imagen más amplia, por obra de Mike McKone.

Nota: 6,0.

Historia: Deathstroke recuerda los eventos que condujeron a la muerte de su hijo Grant, el villano que fue conocido como Ravager, mientras está convaleciente en el hospital. Al recuperar la consciencia, también ha recordado a alguien más… al Wally West original.

 En New York, los Titanes enfrentan a unos hombres que presumiblemente forman parte de H.I.V.E. Pero no es así, fueron contratados por un misterioso hombre llamado Lázaro, sirviendo como distracción mientras Flash / Wally West fue capturado. Como no podía ser de otra forma, “Lázaro” es Deathstroke. Slade tiene un trato para Flash. Si él utiliza la Speed Force para ayudarlo a viajar al pasado y salvar a Grant, dejará de ser Deathstroke. No más contratos ni asesinatos. West se rehúsa al saber las consecuencias que trae consigo manipular los eventos pasados, por lo que Slade estaba preparado para la contingencia y también capturó a Kid Flash / Wally West de los Jóvenes Titanes.

 Robin se ha percatado que Kid Flash está perdido, así como el Flash de los Titanes, por lo que decide junto a su grupo hacerles una visita a los Titanes de Nightwing. Una vez allí, Damian encara a Nightwing por lo ocurrido a sabiendas que tenía un trato con Deathstroke. Nightwing dice que les explicará todo a su debido momento, pero ahora lo importante es hallar a sus amigos veloces. Por su parte, Kid Flash accede a ayudar a Deathstroke, pero es demasiado tarde. Slade extrajo su Speed Force, con un aparato inventado por el doctor Darwin Elías, para utilizarla él mismo.

 Ambos equipos de Titanes llegan al lugar y Slade huye seguido de cerca por Flash. Slade le cuenta a West sobre el trato que en el pasado hizo con Dick Grayson cuando era Robin. Un contrato Lázaro concerniente a su hija Rose, el cuál podía durar por siempre y resurgir hasta que alguien lo incumpliera. Ahora con Slade siendo el asesino más rápido del mundo, West sabe que no tiene ninguna oportunidad y sólo atina a irse para buscar ayuda, la cuál pretende encontrar en el otro hijo de Slade. Jericho.

 Con su nueva súper velocidad obtenida con la Speed Force robada, Slade comete una serie de asesinatos pendientes en tan sólo 60 segundos, tras lo cuál visita a su hija Rose, quien está hospitalizada. Tras dejar a Rose al cuidado de Wintergreen, Slade se dispone a viajar hasta el pasado para reparar todos sus errores. Es así que se encuentra con su hijo Grant. Sin embargo, a cada nuevo intento por cambiar las cosas Slade falla.

 Gracias a la Speed Force de Flash, un grupo combinado de Titanes viaja al pasado donde se ven las caras con sus versiones más jóvenes del equipo original. Damian golpea el corazón del Kid Flash pasado - el Wally West original - para cortar momentáneamente su vínculo con la Speed Force, lo que desestabiliza las cosas y manda a todos de regreso a su tiempo correcto. Deathstroke está más enfurecido que nunca, pero aún conservando la Speed Force no cesará en su empeño de salvar a Grant. Slade alcanza la velocidad de la luz y se pierde atrapado para siempre en la Speed Force. Ambos grupos de Titanes se sienten aliviados por esta suerte de victoria, sin embargo, Kid Flash clama que ellos no son asesinos y no deberían alegrarse por ganar de esta manera. Es así que se mete de lleno a la Speed Force, pese a su falta de experiencia, para salvar a Slade. Obligado por el impetuoso actuar de Kid Flash, Flash crea un ancla al vincularse psíquicamente con sus amigos y se mete también de lleno a la Speed Force.

 Finalmente los tres salen de la Speed Force, y si bien Slade sigue odiando y culpando a los Titanes por la muerte de Grant, ha quedado impactado por todo lo que ha visto, cosas que ningún hombre debería ver. Es así que pese a todo toma la decisión de dejar de ser Deathstroke…

Nota: 5,0.

Nota final: 5,3 (Chile) / 7,5 de 10 (Global).

 Las últimas páginas del Teen Titans Special # 1 nos anticipan lo que seguirá a continuación. Sobre la renuncia de Slade Wilson a ser Deathstroke se ahondará más en Deathstroke # 20. Veremos a un enfurecido Robin expulsar a Kid Flash / Wally West de los Jóvenes Titanes en Teen Titans # 9. Y finalmente, a consecuencia del golpe que Damian Wayne le dio en el pasado, la historia de Flash / Wally West ha sido reescrita nuevamente, ahora obligado a usar un marcapasos en el corazón. Por ende si utiliza mucho su súper velocidad podría morir. Eso lo veremos a partir de Titans # 12.

 O sea, hay cuerda para rato…

Imagen completa al unir las portadas, obra de Mike McKone.

 Por mi parte me despido. Que tengas un muy buen día e inicies una buena semana. Si gustas de nuestra labor quedas invitado a unirte a nuestras redes sociales, por Facebook o Twitter, para enterarte de todas nuestras novedades.

 Será hasta una próxima ocasión, saludos.