Reseñado por: JML
Edición
original: The
Flash # 37 (Dic-2017)
Guión:
Joshua
Williamson.
Dibujo: Scott McDaniel.
Tintas: Mick Gray.
Color: Hi-Fi.
Portadas: Barry Kitson, Howard
Porter.
Guión: Godspeed ha cumplido con su parte del trato, entregando a Flash en bandeja de plata a los Rogues. En esta segunda parte de “Un frío día en el infierno” todo
parece estar en contra de nuestro protagonista, tanto en su faceta de CSI como
de superhéroe. Por el contrario, todo marcha de perlas para el imperio criminal que el Capitán Frío y los Rogues están erigiendo con su base en plena prisión de Iron Heights.
Joshua
Williamson demuestra lo bien que lleva las riendas de los personajes que
escribe, siendo fiel a sus caracteres,
con un Barry Allen que a pesar de
todo sigue siendo capaz de creer en lo
mejor de las personas, lo que de hecho en este mismo ejemplar lo lleva directamente a la boca del lobo.
Lectura entretenida
y recomendable para los fanáticos del
velocista escarlata.
Nota:
6,0.
Arte:
El
dibujo corre a cargo de un Scott
McDaniel que no está tan depurado
como en sus mejores tiempos. La acción está bien ejecutada en su
composición, pero cuando uno conoce a un autor que puede rendir más, hay que reconocerlo.
Tal como en el número anterior, las portadas corren a cargo de Barry Kitson y Howard Porter.
Sobre la portada principal, el diálogo
que hace el Capitán Frío es una clara alusión al General Zod lanzando un “Kneel
before Cold”. Buen detalle.
Nota:
5,0.
Historia: El Capitán Frío
acepta la propuesta de Godspeed. Si le entrega a Flash tal como dice que lo
puede hacer será aceptado dentro de los Rogues.
Por su parte, Barry y Kristen siguen
investigando sobre la muerte de Turbine a pesar que el director Singh les
negase hacerlo. No hay suficiente evidencia, por lo cual van a visitar a su
asesino confeso, Trickster. Ahí se encuentran con un maltratado Trickster, que
ha sido apaleado por los hombres del alcaide Wolfe. Antes de ser descubiertos
por Wolfe, Trickster alcanza a decir que Turbine debía morir porque iba a
delatarlos. Wolfe les advierte a Barry y Kristen que una más y serán
despedidos. Por lo mismo, Barry prosigue su investigación solo, yendo a la
celda de Trickster para recabar alguna otra pista. Allí se encuentra con
August, quien le deja una pista con un mapa demarcado. Barry sabe que podría
tratarse de una trampa, pero no puede dejarlo pasar.
Junto a Kid Flash, Flash acude al lugar del
mapa encontrándose cara a cara con un grupo de hombres de Copperhead, los
cuales están descargando un cargamento de pistolas congelantes, del mismo
modelo que las del Capitán Frío. Es así que Flash sigue por el túnel de donde
salieron las armas mientras Kid Flash va tras los otros hombres de Copperhead
que escaparon. Al final del túnel, Flash cae de lleno en una celda especial en
Iron Heights. Una celda cuyas paredes vibran en la frecuencia del cero
absoluto, ralentizando permanentemente su velocidad. Godspeed es aceptado en
los Rogues al cumplir con su parte, cuando aparece el Capitán Frío explicando
que en el previo encuentro entre Flash y los Rogues sus palabras le inspiraron.
Flash le dijo que pertenecía a Iron Heights, por lo que se tomó las palabras
literalmente, comenzando a erigir un imperio criminal desde dentro del lugar. Ahora,
Frío se prepara para un nuevo round contra su enemigo, dispuesto a darle una
paliza…
CONTINUARÁ…
Nota:
6,0.
Nota
final: 5,6 (Chile) / 8 de 10 (Global).
Quedamos a la expectativa de lo que pueda
salir de este nuevo enfrentamiento entre
Flash y el Capitán Frío, más aún en este caso donde el líder de los Rogues tiene todas las de ganar.
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Nos leemos en una próxima ocasión. Qué tengas
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