Quienes siguen este blog sabrán que este año fue sumamente
complicado para quien escribe estas líneas en particular. A mitad de año
contraje COVID-19 muy mal, estuve al borde de la muerte. Tras estar
entubado un mes en coma, y dos meses de hospitalización, fui dado
de alta, y hasta el día de hoy sigo en rehabilitación
debido a las secuelas. Resumiendo,
tuve que volver a aprender a caminar
y a hablar, a volver a valerme por mí mismo.
El motivo de la breve introducción que les he dado en este saludo navideño no es para inspirar lastima, sino por el contrario,
para compartir mi experiencia personal
y valorar lo bello que es vivir. Y
en espíritu de las fiestas navideñas,
lo hermoso que es disfrutar de las
festividades con los que amamos. El
mejor regalo es poder compartir la dicha de amar a quienes siempre están a
nuestro lado y en nuestros corazones. En mi caso, las personas más
importantes, mi esposa y mi hija.
Muy
feliz navidad, de todo corazón, a todos los lectores del blog. Mucha
paz, armonía y salud. Y
recalco lo de salud, recordando que aún
nos encontramos en pandemia, y como si fuese un mal chiste, cada vez surgen nuevas
variantes del coronavirus… En
fin, a valorar lo que tenemos por sobre
lo que quisiéramos tener, a aprovechar de crear felices recuerdos con nuestros seres queridos. Qué dios los bendiga.
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