Reseñado por: JML
Edición original: Onslaught: Marvel Universe (Oct-1996)
Guión: Scott Lobdell, Mark Waid.
Dibujo:
Andy Kubert,
Joe Bennett.
Tintas: Dan Green, Art Thibert, Tim
Townsend, Jesse Delperdang.
Color: Steve Buccelatto.
Portada: Andy Kubert.
Guión:
En plena década de los ’90, los
mutantes eran grito y plata para Marvel. Tras los sucesos de la Era de Apocalipsis, los títulos mutantes
fueron reformulados y comenzó una nueva etapa editorial que dio su
puntapié inicial en el one-shot X-men Prime (1995), donde se empezó a
tantear una nueva amenaza en el horizonte: Onslaught.
La génesis de Onslaught se
remonta a la historia Atracciones Fatales (1993), donde un vengativo
Magneto atacó mortalmente a Wolverine arrancándole el adamantium
de su esqueleto. En represalia, Charles Xavier atacó a Magneto
con sus poderes psíquicos como nunca antes, dejándole en estado
catatónico. Sin embargo, algo que pasó desapercibido para todos fue que
producto de este ataque, ciertos aspectos de Xavier se fusionaron con
ciertos aspectos de Magneto, dando a luz a un tercer individuo en la
figura de Onslaught.
La aparición de Onslaught se hizo
latente en el cómic Uncanny X-men # 322 (1995), cuando un temeroso Juggernaut
apareció frente a los X-men anticipando su llegada. Llegando al cómic X-men
# 53 (1996) toda la verdad fue revelada, y la amenaza de Onslaught
evolucionó al punto de ser un peligro para todo el universo Marvel,
involucrando a otros personajes como los Vengadores, los 4
Fantásticos, Spider-man – Ben
Reilly en aquellas fechas - o Hulk –
Hulk no estaba afiliado a los Vengadores en lo absoluto en esta época -.
Los sucesos de la saga de Onslaught no
fueron relatados en una serie
central. La trama se fue narrando en diversos cómics de Marvel a mediados y finales de 1996. Para cerrar el asunto llegamos a este punto, este one-shot titulado Onslaught: Marvel Universe, donde para vencer al villano, se deben realizar grandes sacrificios. Scott Lobdell y Mark
Waid unen recursos para narrar el final de esta
historia que marcó un punto de
inflexión importante en el universo Marvel de la época. En su momento fue bastante cool para quienes leímos lo sucedido, pero mirado en una perspectiva actual, aunque
es una historia que entretiene
bastante, no envejece tan bien
como otras, quedando claro que hay otros relatos de este tipo que
son mucho mejores…
Nota:
5,0.
Arte: Las labores
artísticas se dividen entre Andy Kubert y Joe Bennett,
quienes cumplen con un trabajo acorde a lo esperado. Hay bastante
acción con viñetas dinámicas y variadas splash pages, dignas
del estilo imperante de los años ’90, con una espectacularidad
que buscaba cautivar a los lectores con personajes de looks atractivos y
poses regias. El mismo diseño de Onslaught es un tanto sobrecargado
e hiperventilado, pero volviendo al punto, era menester de la época.
A destacar la
portada de Andy Kubert que tiene la misma composición de
la portada del one-shot Onslaught: X-men, ilustrada por su hermano Adam,
con la salvedad que en esta ocasión no son los mutantes los que atacan a
Onslaught, sino el resto de los héroes del universo Marvel.
Nota:
6,0.
Historia: Los X-men, los 4 Fantásticos y los
Vengadores se unen para desafiar a Onslaught. Su primer enfrentamiento con la
entidad y sus secuaces resulta en el rescate de Charles Xavier, reduciendo a Onslaught
a una masa de energía psiónica contenida dentro de su armadura.
Desafortunadamente, esto también impide que Xavier influya en el villano con su
mejor naturaleza.
Se produce un segundo y último enfrentamiento
en la ciudadela de Central Park de Onslaught, donde los héroes hacen varios
intentos para liberar a Franklin Richards y X-man de la armadura de Onslaught. Durante su
siguiente asalto, Jean Grey usa su telepatía para suprimir la parte de la mente
del monstruoso Hulk que contenía la racionalidad de su alter ego, el Dr. Bruce
Banner. Con su nueva inteligencia, casi salvaje, empujando su ira, y, por lo
tanto, su fuerza a niveles increíbles, Hulk lucha contra Onslaught y desgarra
su armadura. La explosión resultante de energía psiónica separa a Banner y
Hulk, y Onslaught queda como un ser de energía, inmune a la mayoría de los
daños físicos.
Onslaught luego usa los poderes de Franklin
para crear un segundo sol que destruya a los héroes y a Manhattan. Desesperado,
Thor vuela hacia el ser de energía, interrumpiendo la forma de Onslaught. Al
darse cuenta de que los esfuerzos de Thor por sí solos eran insuficientes para
destruir a su adversario, los miembros no mutantes de los Vengadores y los 4
Fantásticos entran en el campo de energía. Los X-men no pueden hacer lo mismo,
ya que se teorizó que si Onslaught, un ser de origen mutante, llegaba a poseer
un anfitrión mutante, se volvería imparable. Onslaught se disuelve,
aparentemente destruido, junto con los héroes que se habían arrojado a la
grieta.
Mientras Uatu observa, el universo Marvel llora la pérdida de los
Vengadores y de los 4 Fantásticos, algunos de sus más grandes héroes…
Nota:
5,0.
Nota
final: 5,3 (Chile) / 7,5 de 10 (Global).
Tras concluir
la lectura de todo lo relacionado a Onslaught,
la conclusión más acertada que une
puede sacar como aficionado es que todo terminó siendo un medio para el fin.
Por el lado de los X-men, seguir exprimiendo el bolsillo de los fans
gracias a la supremacía mutante en las ventas. Por el lado de los Vengadores y los 4 Fantásticos, la excusa
perfecta para rebootear a los personajes, cuyas franquicias estaban
bastante alicaídas. Para ello se
apostó por trasladar ambas franquicias hasta el universo de bolsillo de Heroes
Reborn, de la mano de los por aquel entonces exitosos Jim Lee y Rob Liefeld
con sus estudios Wildstorm y Extreme. El tiempo ha demostrado que todo personaje es bueno en las manos
correctas, y siendo honesto, ni Lee, y menos Liefeld, fueron
los autores indicados. Pero eso ya es otra historia…
De momento me despido, muchas gracias por
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encontrar diversas novedades relacionadas al mundo del cómic.
Será hasta una próxima ocasión. Qué tengas
un excelente fin de semana. Excelsior!!! 😉
Incredible graphics, great job;)
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