Reseñado por: JML
Edición original: Savage Dragon # 17 (Feb-1995)
Guión
y arte: Erik
Larsen.
Color: Reuben Rude, Antonia Kohl.
Portada: Erik Larsen.
Guión: Tras haber pasado todo el asunto
de la posesión, Dragon vuelve a su relativa
normalidad, dentro de los parámetros
de lo que “normalidad” significa
para él. La gente perdona, pero no olvida. En particular el editor R. Richard Richards, quien pretende
hacer algo al respecto al crear un Dragon-Slayer
para acabar con lo que él considera la
amenaza de Dragon, de una vez por todas.
Leyendo lo anterior pareciese que se tratase de un cómic de Spider-man, pero no. Erik Larsen lleva al extremo el uso de
los pastiches con R. Richard Richards a la usanza de JJ Jameson, y del Dragon-Slayer a la usanza de los Spider-Slayers. Tómese como homenaje,
copia barata, o falta de originalidad, Larsen utiliza estos pastiches como recurso narrativo a su propio modo, no siendo tan descarado,
como lo fue, por ejemplo, Rob Liefeld.
Además, su narrativa por lo general exuda
buena onda, por lo que en el fondo uno como lector puede terminar obviando las claras referencias a obras
ajenas. Lo importante es que, detalles aparte, Larsen estaba creando algo propio en el todo de las cosas del universo
de Savage Dragon.
Nota: 5,0.
Arte: Erik Larsen es solvente
en su trabajo explayándose en el universo visual que iba creando para Savage Dragon y su elenco de personajes secundarios. Hoy en día, ya
con más de 30 años en el ruedo, no
es alocado decir que Larsen y Dragon son
prácticamente sinónimos para el aficionado al cómic.
Nota:
6,0.
Nota: 5,0.
A un villano llamado KillZone se le había asignado la tarea de localizar al CyberFace recientemente resucitado y eliminarlo una vez más. Ha fallado en esta tarea y OverLord lo ejecuta por su repetido fracaso. Luego, un empleado informa a OverLord sobre los eventos recientes en New Orleans, que vieron a SkullFace gravemente herido, pero que también demostraron que Frank Darling aún vive.
Mientras Dragon se enfrenta a una multitud fuera del recinto, enojado por su reciente alboroto, Sam Haze informa sobre el giro de la opinión pública hacia el héroe. El hecho de que Octopus siga prófugo y que CessPool se haya librado de la custodia policial ha molestado al público en general. R. Richard Richards observa con alegría que la gente finalmente parece estar de acuerdo con lo que él ha estado predicando. Luego va a encontrarse con un científico que le vende un arma que el editor del periódico usará para acabar con Dragon para siempre.
William Jonson le informa a Dragon que la recuperación de Alex Wilde ha tenido un compañero constante en el hospital en la forma de su nuevo novio, Dale Fisher. Dragon no tiene ganas de montar una escena y evita ir a visitar a Alex. Rapture está celosa por sus sentimientos hacia Alex, pero Dragon señala que simplemente piensa en Alex como una amiga, y que se siente culpable por lastimarla mientras estaba poseído.
Cuando la pareja abandona el recinto, un gran robot lanza un ataque contra Dragon quemándole la ropa y el vello corporal con un aliento de llamas. R. Richard Richards revela su papel en esta nueva creación, el Dragon-Slayer, al aparecer en una pantalla incrustada en el torso de la construcción. Rapture se une a la refriega, pero su electricidad simplemente pasa a través del Dragon-Slayer y electrocuta a Dragon en su lugar y ella es derribada. She-Dragon entra en acción, pero es eliminada rápidamente de la pelea cuando su propio disfraz y cabello se queman.
Dragon razona que el punto débil del Dragon-Slayer será la pantalla de visualización y la golpea repetidamente hasta que llega al interior del robot. Dragon remata a su agresor antes de que sus colegas del Departamento de Policía de Chicago le ofrezcan la oportunidad de arrestar a Richards. Dragon va al periódico Chicago Voice y detiene a Richards frente a todo su personal.
Dale Fisher mantiene su vigilia constante sobre la comatosa Alex Wilde, mientras maldice a Dragon por ser responsable de su condición. Alex comienza a moverse y cuando se despierta, ella grita el nombre de Dragon. Dale reacciona muy mal, poniendo su cabeza entre sus manos y sollozando.
Dragon regresa a su edificio donde los inquilinos preocupados todavía están acampados fuera de su apartamento. Vuelven a hablar de que es una amenaza y que se ha escuchado un ruido extraño proveniente del interior de su apartamento. Dragon no tiene idea de lo que están hablando ya que no ha estado en casa. Cuando abre la puerta se enfrenta The Fiend...
Nota: 5,0.
Como deja de manifiesto el cliffhanger que nos deja este cómic, para el próximo número un nuevo round entre Dragon y The Fiend…
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