BATMAN: EL JUEGO / HUSH, PARTE 11 – DC COMICS

Reseñado por: JML
Edición original: Batman # 618 (Oct-2003)
Guión: Jeph Loeb.
Dibujo: Jim Lee.
Tintas: Scott Williams.
Color: Alex Sinclair.
Portada: Jim Lee.
 
 
Guión: Llegando a la onceava parte de “Hush”, Jeph Loeb sigue haciendo tendencia el utilizar un recurso argumental impactante a modo de cliffhanger, para posteriormente revertirlo en el siguiente número. Este ejemplar hace un buen trabajo al abordar la situación de Jason Todd, hasta el momento en que nos percatamos que no se trata del verdadero sujeto en cuestión. Colocando este número junto con los previos capítulos del arco, se hace sumamente evidente que el gran plan maestro argumental es más simple de lo que podría parecer de buenas a primeras; darle espacio a Jeph Loeb para ofrecer una serie consecutiva de situaciones y eventos que entusiasmen a los aficionados a como dé lugar, independiente del hecho que la historia sea consistente, o no.
 En definitiva, este arco tiene una cualidad artificial de entretención superflua. Una lectura que sabe enganchar de buenas a primeras, pero que, analizándola a fondo en posteriores lecturas, no es más que humo y espejos. No digo que “Hush” sea lo peor del mundo, ni nada por el estilo, pero no está al nivel de otras obras del propio Loeb, como el caso de Batman: The Long Halloween.
Nota: 5,0.
 

 
Arte: Lo que siempre brilla y destaca de este arco es el arte de Jim Lee. Considerando que el argumento de “Hush” fue moldeado para el lucimiento del artista, es lógico que Loeb utilizase tantas triquiñuelas argumentales para que el hombre murciélago se diese vueltas alrededor de su propia cola, estando cada ocasión dispuesta para que Lee ilustrase espectaculares panorámicas de la acción, utilizando a gran parte de la galería de aliados y villanos de Batman.
 Estando ad portas del final, el arte de Lee seguía siendo lo mejor de Hush.
Nota: 7,0.

 

Historia: Jason Todd está listo para cortarle la garganta a Robin, acusándolo de ser un "farsante". Sin embargo, Catwoman aparece y ataca para liberar a Robin de sus garras. Con el chico maravilla fuera de peligro, Batman tiene la oportunidad de pelear directamente en Jason. Batman lo apuñala en la pierna con un batarang y luego lo golpea en el plexo solar. Los dos intercambian ataques, hasta que Jason lleva la pelea a un terreno más alto. En medio del combate, el antiguo Robin le confiesa haber sido el que corto el cable que lo hizo caer en picada casi hasta su muerte en el callejón del crimen. Pero hay algo en su enemigo que hace sospechar a Batman de que no puede ser en realidad Jason Todd.
 Después de varios minutos de intensa lucha, Batman gana. Rápidamente el cuerpo de Jason comienza a disolverse con la lluvia y se desliza entre los dedos de Batman, dándole a entender que en realidad se trataba de Clayface. Más frustrado que nunca, Batman se traslada hacia la torre del reloj de Oráculo con la esperanza de finalmente encontrar la respuesta a todos los misterios que le han afectado en el último tiempo. Él le pide localizar a la Cazadora, pero Oráculo le muestra mensaje decodificado del dispositivo electrónico hallado en la computadora de la batcueva.
 Batman se dirige hacia el puente de la ciudad, en donde se reúne con la persona que colocó el dispositivo utilizado para robar todos sus secretos, incluida su relación con Catwoman, Harold Allnut, su antiguo amigo deforme que se encargaba de las reparaciones del equipo de la batcueva. Al reunirse, Batman se sorprende al descubrir que Harold puede hablar, pero este le confiesa haber plantado el dispositivo de vigilancia por pedido del hombre que lo sanó sus deformidades físicas. Harold tiene remordimientos por traicionar a Bruce y se disculpa. Pero en el momento en el que se dispone a revelar el nombre del hombre que lo contrató, un disparo procedente de la nada acaba con su vida. Batman gira rápidamente y finalmente se encuentra cara a cara con Hush…
CONCLUIRÁ…
Nota: 5,0.

 

Nota final: 5,6 (Chile) / 8 de 10 (Global).
 La lectura de Hush siempre me ha provocado sensaciones encontradas. No es una lectura que me desagrade, pero siento que tiene una suerte de trascendencia forzada. No es tan mala, ni tampoco tan buena. El balance es positivo, principalmente por ver a Jim Lee en buena forma como ilustrador, pero hay falencias argumentales que se pasan por alto. En el fondo, los aficionados de la época fueron felices, así que todo está bien… ¿o no?...
 
 Para la próxima reseña, la conclusión de esta historia. De momento me despido, muchas gracias por tu visita. Si gustas de este blog puedes seguir sus novedades mediante las redes sociales, en Facebook o Twitter, donde además podrás encontrar diversas novedades relacionadas al mundo del cómic.
 
 Será hasta una próxima ocasión. Qué tengas un excelente día. 😉