Reseñado
por: JML
Edición
original:
Captain Atom # 26 (Feb-1989)
Guión: Cary Bates, Greg Weisman.
Dibujo: Pat Broderick.
Tintas: Bob Smith.
Color: Gene D’Angelo.
Portada: Pat Broderick.
Guión: Con este ejemplar da inicio una trilogía de números en los que
el Capitán Atom entraría en la recta final para poder limpiar
su nombre de una buena vez por todas. A lo largo de los 25 números
previos de este volumen – más anuales -, vimos cómo la trama de
secretos gubernamentales detrás del Proyecto Capitán Atom le arruinó la vida a
Nathaniel Adam, desplazándolo en el tiempo y quitándole significativos
pedazos de su vida.
Luego que el Capitán Atom fuese pieza
clave para repeler la invasión alienígena,
el presidente Reagan le dio un gran espaldarazo ofreciéndole un perdón
presidencial, sin embargo, su intención siempre fue limpiar su nombre a
como dé lugar. En cambio, fue reinstaurado en la Fuerza Aérea, con
un ascenso, lo que llegado a este punto la ha servido para acelerar
significativamente sus investigaciones al respecto. Sumado a esto, algunos
de sus colegas en la JLI desde hace un tiempo han tenido sospechas
sobre el Capitán Atom al ir descubriendo pedazos de la mentira
que él ha estado obligado a vivir.
Bates y Weisman ofrecen un cómic donde por fin todas las sub tramas planteadas comienzan a converger, dejando con la interesante inquietud por saber cómo se resolverá todo…
Nota: 6,0.
Arte: El constante trabajo de Pat Broderick en la parte artística
ha sido un factor primordial para llevar las cosas hasta este punto, lo
que se ve reflejado de buen modo en un cómic que fluye hacia el norte fijo
del personaje protagonista por cumplir sus propósitos de recuperar su honra.
El añadido de los personajes que vuelven desde números previos y los personajes
invitados fortalece visualmente a la historia, haciéndola aún más
interesante.
Nota: 6,0.
Bates y Weisman ofrecen un cómic donde por fin todas las sub tramas planteadas comienzan a converger, dejando con la interesante inquietud por saber cómo se resolverá todo…
Nota: 6,0.
Nathaniel está en Washington para reunirse con el general Hillary. Sin que él lo sepa, sus compañeros de la Liga lo siguen. Después de reunirse con Hillary, a Nathaniel se le asigna la tarea de investigar la muerte de Hu Trang, un general retirado del ejército norvietnamita. Su forma de muerte fue ser destripado por una espada muy afilada. Su pista es una lista encontrada cerca del cuerpo de Trang y en ella hay ocho nombres junto con el nombre de Trang: Lemar - el general estadounidense a quien Nathaniel fue incriminado por su asesinato -, Martin Lockleed, Lester Bryant, Alec Rois y el Camboyano. Todos con los que el Capitán Atom se ha encontrado.
Mientras Nathaniel comprende las implicaciones, Hillary continúa diciendo que las cámaras de seguridad lograron fotografiar un sedán negro saliendo de la premisa de Trang. Además, la mejora informática mostró que el coche tenía matrícula diplomática, registrada a nombre de la embajada de Vietnam en Washington. Después de recibir su tarea, Nathaniel reflexiona sobre la lista que proporciona un vínculo con los asesinatos de Lemar y Trang.
Antes de que el Camboyano planee matar a Nathaniel por segunda vez, Mister Miracle llega a la escena. El superhéroe incapacita al espadachín con una descarga eléctrica. Pero Nathaniel impide que Mister Miracle detenga al Camboyano, ya que liberarlo lo acercará a limpiar su nombre. Miracle sigue el plan de Nathaniel, pero con la condición de que lo revele todo. Nathaniel y Miracle abandonan la cantera y al Camboyano inconsciente y se encuentran con Beetle y Booster…
Nota: 6,0.
Respecto a la presencia de los colegas Leaguers del Capitán Atom, valga mencionar que en los números de la JLI paralelos a esta historia no se hizo mención respecto a la “gran mentira” detrás del Proyecto Capitán Atom; más adelante, ya en los números de la JLE se hizo alguna que otra mención al respecto. En la perspectiva del personaje, lo interesante del caso es que en su propia serie veíamos a un Capitán Atom algo más serio y militarizado, mientras que en los cómics de la JLI se explotaba una faceta más cómica y lúdica del personaje. A algunos aficionados de la época esto les parecía algo chocante, pero mirado desde una panorámica que cuando uno está con los amigos suele tener otro comportamiento, no es algo tan disparatado.
Será hasta una próxima ocasión. Qué tengas un excelente día. 😉
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