Reseñado por: JML
Edición original: Savage Dragon # 36 (Mar-1997)
Guión y arte: Erik Larsen.
Color: Reuben Rude,
Abel Mouton, Bill Zindel, Lea Rude, John Zaia, José
Arenas.
Portada: Erik Larsen.
Guión: Dragon trata de pasar página rápidamente
respecto a todos los sucesos recientes ocurridos en su vida. Después de una
noche superficial de sexo con Rita Medermade, él y Alex Wilde
se unen a Star en su cruzada para rescatar a Peter Klaptin de sus
captores, quienes son los mismos malhechores de los que una vez rescató
a Amanda Mills y que le lavaron el cerebro al ingenuo súper freak Zeek
para que les ayude.
Como es usual, en cada número de Savage
Dragon hay abundancia de situaciones, abarcando algunas de las muchas
sub tramas previas que se mantenían abiertas. Quien mucho abarca poco
aprieta; sin ser un cómic en absoluto aburrido, en muchas instancias se hacía
evidente la falta de oficio literario en Larsen. Se palpa claridad
en sus ideas y planteamientos, más aún tratándose de un personaje
producto de su imaginación, pero no hay que confundir las ganas con el
talento. Al menos a este punto, a Larsen le faltaba pulir mucho más su
talento narrativo para canalizar mejor sus ideas.
En definitiva, un cómic entretenido pero que de a ratos se siente inconsistente.
Nota: 5,0.
Arte: Bien es sabido que el dinámico estilo de
Larsen no respeta las proporciones, lo que en el fondo viene siendo parte
de su encanto. Sin embargo, en este número se le va la mano al extremo
en más de alguna viñeta, siendo la cabeza de Dragon demasiado pequeña en
relación a su corpulento cuerpo. Algo también aplicable para algunos de los
otros personajes a lo largo de las páginas de este número.
Respecto al arte, no es uno de los mejores
números de Larsen en Savage Dragon.
Nota: 5,0.
En definitiva, un cómic entretenido pero que de a ratos se siente inconsistente.
Nota: 5,0.
Nota: 5,0.
Chris Robinson llega a recoger a Alex Wilde para una cita y queda claro que sus actividades extra como Star han pasado factura a su aspecto físico. A Alex le preocupa que su novio se esté poniendo en peligro al intentar localizar a su antiguo empleador. Chris hace caso omiso de las preocupaciones mientras Alex decide que simplemente deberían quedarse en casa y darle la oportunidad de sanar.
Rita Medermade retrocede disgustada consigo misma después de pasar una noche con Dragon, creyendo que no es lo suficientemente buena para estar con él. Dragon hace todo lo posible para aliviar sus inseguridades, pero Rita se niega a aceptar que es hermosa, convencida de que es horrible. Al día siguiente en el trabajo, William Jonson se enfrenta a Dragon después de que le contaron que la pareja había tenido relaciones sexuales. Ha estado enamorado de Rita durante años. Dragon le asegura a William que no habrá relación entre ellos debido al autodesprecio de Rita.
Un conocido informante criminal conocido como Mole es confrontado por Star en un bar después de que el justiciero haya dejado inconscientes a todos los cabrones locales que están dentro. Mole se ofrece a ceder la ubicación de Peter Klaptin por un precio, pero Star se niega a pagarle y, en cambio, amenaza con violencia física. Mole ofrece la información muy rápidamente, lo que lleva a Star a sospechar que hay una trampa.
Alex se acerca a Dragon cuando su novio no se presenta a trabajar, preocupada de que se haya metido en problemas. Finalmente, a Dragon se le ocurre que Chris es el mismo hombre que una vez fue contratado como guardaespaldas de Klaptin y que también lucha contra el crimen como Star. Está a punto de contarle a Alex la verdad sobre Chris cuando recibe una llamada telefónica de Star para decirle que han encontrado a Klaptin.
Dragon y Alex se encuentran con Star, quien se siente incómodo al tener que actuar de manera diferente con su novia para que ella no adivine su identidad secreta. Dragon deja atrás a sus aliados mientras va a investigar la pista de Mole y se encuentra rodeado por los hombres que una vez secuestraron a Amanda Mills. Estos hombres quieren vengarse de que él los haya enviado a prisión y han reclutado a alguien que pueda ayudarlos.
Zeek es un enorme súper freak que inmediatamente demuestra que es tan fuerte como parece cuando golpea a Dragon fuera del edificio, enviándolo a volar a una distancia considerable. Dragon regresa a la escena y actualiza a sus compañeros sobre lo que está ocurriendo. Star y Alex se encargarán de los pistoleros mientras él hace todo lo posible por ocupar a Zeek. La batalla sobrehumana pronto hace que el edificio se vuelva inestable y colapse. Star hace todo lo posible para proteger a Alex del daño, pero Dragon queda noqueado y en manos de Zeek, incapaz de defenderse.
El ingenuo Zeek había sido engañado haciéndole creer la historia de la pandilla de que Dragon había planeado hacerles daño a todos y que eran sus amigos. Zeek simplemente desea proteger a sus amigos, pero Alex hace todo lo posible para hacerle entender que ha sido utilizado. Zeek finalmente deja caer a su cautivo y lentamente se aleja solo. Alex supervisa la detención de los criminales que sobrevivieron al derrumbe del edificio mientras Dragon se dirige a hablar con Star. Dragon le deja muy claro a Chris Robinson que no aceptará que sirva en el Departamento de Policía de Chicago mientras trabaja simultáneamente fuera de la ley como Star. Chris recibe el ultimátum de que Dragon lo informe a asuntos internos para una posible investigación criminal, o que abandone su doble vida como vigilante…
Nota: 5,0.
Detalle anecdótico sobre este número, en una secuencia del cómic podemos ver a Dragon golpeando a un tipo llamado James Quentin Manning. Pues no se trata de un personaje ficticio, sino que de uno de los aficionados de Savage Dragon. Erik Larsen hizo un concurso para que uno de sus seguidores pudiese hacer un “cameo” dentro de un número de la serie, y James Quentin Manning fue el ganador. Otra de las entretenidas iniciativas de Larsen para incentivar la lectura de su cómic…
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