Reseñado por: JML
Edición original: The Flash # 91 (Jun-1994)
Guión: Mark Waid.
Dibujo: Mike Wieringo.
Tintas: José Marzán Jr.
Color: Gina
Going.
Portada: Mike Wieringo.
Guión: Números como este demuestran que lo mejor que
le pudo haber pasado a la franquicia de Flash fue que Barry Allen muriese –
o estuviese perdido en la Speed Force, como se descubrió a posterior –. Además
del hecho que Wally West pudo evolucionar significativamente como personaje,
convirtiéndose en el mejor Flash de todos los tiempos, se nos ofreció otra
perspectiva de la súper velocidad. Siendo un científico, Barry
siempre le dio un enfoque lógico al uso de su súper velocidad. Todo
era ciencia. En cambio, con Wally, un tipo más emocional, se
exploraron todas las aristas de lo que involucraba tener velocidad súper
humana. No todo era ciencia.
Acarreando el peso de los problemas de
los números anteriores, Wally buscó obtener mayor velocidad aún mediante la
fórmula de Johnny Quick, lo que causó un gran desajuste, dejándolo en
pausa, literalmente fuera de tiempo. Con la guía de Max Mercury
– un personaje bastante infravalorado – logró comprender fehacientemente
que el uso de la velocidad conlleva también un importante factor emocional.
Esta comprensión lo llevó un paso más allá en su evolución como héroe,
de camino a descubrir lo que era la Speed Force, un concepto que Mark
Waid comenzó a instaurar y moldear precisamente en esta etapa.
Un número redondo, hermosamente ejecutado, que demuestra toda la grandeza de Mark Waid como escritor y el constante potencial en expansión de la franquicia de los Flashes.
Nota: 7,0.
Arte: Mike Wieringo se luce con un número soberbio,
probablemente el mejor de toda su etapa en esta serie, que está a la
altura del relato en toda instancia de su arte secuencial. Las panorámicas
de la acción, con Wally West moviéndose en un mundo congelado a su
alrededor son apropiadas en todo momento. Unos años atrás, en The Flash # 30 (1989), se planteó una
situación similar, pero aquí se expone en un nivel superior, en un
contexto aún más grandilocuente.
El arte es proporcional a la grandeza del
relato.
Nota: 7,0.
Un número redondo, hermosamente ejecutado, que demuestra toda la grandeza de Mark Waid como escritor y el constante potencial en expansión de la franquicia de los Flashes.
Nota: 7,0.
Nota: 7,0.
Max Mercury logra moverse a la misma velocidad y encuentra a Wally. Le enseña a no pasar el resto de su vida congelado por el miedo, mostrándole que de forma simultánea a lo que él hace, otros cuantos sucesos inevitables ocurren por toda la ciudad. Por mucha velocidad que tenga a su disposición, siempre será imposible salvar a todos.
Max comienza a perder velocidad, dejando a Wally nuevamente solo en la quietud del tiempo congelado, finalmente comprendiendo que hay cosas que van más allá de su alcance. Concentrado, Wally logra controlar su velocidad y salva al helicóptero. Tras la experiencia recién vivida, se muestra optimista de lo que el futuro le pueda traer…
En el futuro, en el año 2995, un par de misteriosas figuras escapan de la Policía Científica deslizándose en la corriente temporal para viajar al pasado, hasta el año 1994…
Nota: 7,0.
Este número está considerado como una de las mejores historias de Flash de todos los tiempos. En una edición más reciente se puede encontrar dentro del tomo compilatorio de antología The Flash: 80 Years of the Fastest Man Alive – The Deluxe Edition (2019).
No hay comentarios:
Publicar un comentario