Reseñado por: JML
Edición original: Ghost Rider # 3 (Jul-1990)
Guión: Howard
Mackie.
Dibujo: Javier Saltares.
Tintas: Mark Texeira.
Color: Gregory Wright.
Portada: Javier Saltares.
Guión: El primer arco argumental de Ghost
Rider vol. 3 llegaba a su fin revelándose el secreto detrás de los
misteriosos botes, mientras Blackout sufría un gran cambio. Sin
embargo, la parte más sorprendente de esta conclusión es el hecho de que Ghost
Rider tan sólo aparece en escasas páginas de este cómic.
Howard Mackie dedica mucho tiempo de
este número a los diversos villanos de la historia, Deathwatch, Blackout
y Kingpin, con las traiciones cruzadas que se van dando entre los
tres. Por parte de Kingpin, era un villano que conocíamos de sobra
por sus incursiones en los cómics de Spider-man, Daredevil o Punisher.
Sobre Deathwatch y Blackout hay más trabajo en su desarrollo
de personajes a la hora de definirlos mejor como antagonistas. Respecto
al protagonista, Danny Ketch, como bien decía, se ve relegado a
un segundo plano en esta ocasión, sin embargo, siendo aún persistente el
hecho que los dramáticos cambios en su vida lo han asustado, pero
también le están infundiendo más coraje del que tenía antes.
Estos primeros tres números fueron directo al hueso, suponiendo un buen ejemplo del éxito que tuvo esta iteración de Ghost Rider en sus primeros años.
Nota: 6,0.
Arte: Javier Saltares y Mark Texeira
continuaban con su excelente trabajo artístico en la serie, reproduciendo
de manera precisa toda acción acontecida. En este número destaca el enfrentamiento
entre Ghost Rider y Blackout, siendo parte importante también el coloreado
proporcionado por Gregory Wright, que añade un gran toque de oscuridad
absoluta cada vez que Blackout aparece en escena.
En líneas generales, todo sigue marchando a
la orden.
Nota: 6,0.
Estos primeros tres números fueron directo al hueso, suponiendo un buen ejemplo del éxito que tuvo esta iteración de Ghost Rider en sus primeros años.
Nota: 6,0.
Nota: 6,0.
De vuelta en el cementerio, comienzan a interrogar a los Jokers matando a Angel. Deathwatch revela que el contenido de los botes, cuando se combinan, liberará una biotoxina mutada que matará a la mitad de la población del área triestatal de inmediato, el resto morirá de una muerte lenta y dolorosa. La toxina se extenderá por todo el país como una plaga. El manejador llega y exige que le entreguen a Paulie y los botes. Deathwatch está a punto de resistirse cuando, con un chasquido de dedos, al menos cincuenta hombres salen de las sombras, todos armados y todos apuntando a Deathwatch y sus hombres. Deathwatch, comprendiendo la situación, le dice a Blackout que entregue los botes. Enfurecido, Blackout mata al manejador y corre hacia la oscuridad con los botes y Paulie a cuestas. Corriendo por el cementerio, Paulie recuerda dónde está el tercer bote, y ahora Blackout tiene los tres, pero Ghost Rider ha llegado y comienza su ataque.
Mientras Paulie está mirando la pelea, una figura sombría la agarra por detrás y la arrastra hacia la oscuridad. Agarrando a Blackout, Ghost Rider lo sostiene fuerte y Blackout intenta morderlo, y el resultado es un fuego infernal místico que quema la cara de Blackout en un desastre derretido. Gritando, Blackout huye hacia la oscuridad.
A la mañana siguiente, Kingpin reflexiona sobre los acontecimientos de la noche anterior y sobre si Ghost Rider se convertirá eventualmente en otra espina más en su costado…
Nota: 6,0.
De momento las cosas seguían marchando bien, mientras aún se mantenían en un aura de relativa simpleza. Un detalle que cabe mencionar, pues a futuro las tramas irían enredándose cada vez más, hasta el punto que el interés por este nuevo Ghost Rider comenzaría a declinar avanzados los años ’90…
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