Reseñado por: JML
Edición original: Unity # 16 (Mar-2015)
Guión: Matt Kindt.
Arte: Pere Pérez.
Color: Brian Reber.
Portada: Glenn Fabry.
Guión: Siguiendo con la temática estructural del número anterior - cuya narrativa se
centró en Ninjak -, en esta ocasión el relato se centra en la figura de Eternal
Warrior, contándonos una historia inédita de su pasado, en los tiempos
del Japón Feudal.
En esta ocasión, Matt Kindt nos ofrece
una narración que oscila constantemente entre tiempo pasado y presente.
La escritura evoca una mixtura de cansancio y melancolía que
pretende transmitirnos el peso que significa la inmortalidad; una
existencia en la que muchas cosas son olvidadas, pero, sin embargo, hay
muchas otras que vale la pena recordar.
Un relato que humaniza a Gilad como nunca
antes. Una de las mejores historias jamás contadas de Eternal Warrior.
Una lectura de lo más recomendable.
Nota: 7,0.
Arte:
El arte de Pere
Pérez se ofrece en perfecta sintonía con la escritura, ofreciendo agradecidos contrapuntos visuales en lo que respecta a los diferentes períodos
temporales en que suceden los hechos,
o las mismas emociones que va sintiendo el protagonista.
A destacar la portada principal de este cómic, ilustrada por el connotado Glenn Fabry.
Nota: 6,0.
Historia:
Gilad ha quedado malherido tras la última batalla de Unity, lo que provoca
preocupación en sus colegas Livewire y Ninjak. Él clama que sólo necesita
descansar. Dos semanas después, Gilad viaja hasta Tokio para cumplir con una
vieja promesa.
En el tiempo del Japón Feudal, Gilad conoció a
una notable guerrera llamada Tomoe, quien irradiaba honor y valor en el campo
de batalla. Luego que Gilad peleó junto a los guerreros del clan de Tomoe, en
señal de agradecimiento, ella lo entrenó, perfeccionando su estilo de pelea con
la katana. Cuando llegó el momento de despedirse, Gilad se sorprendió de saber
que Tomoe estaba casada. Tomoe le dijo a Gilad que no comprendía su cultura. Ella
y su esposo se dividían el mando del ejercito del clan, y ahora irían a
derrocar al déspota que regía el castillo Kurokawa.
En el presente, Gilad llega hasta una
residencia donde se encuentra con una niña descendiente de Tomoe, a la cual le
relata su historia. Lo cierto es que Tomoe ganó la batalla en el castillo de
Kurokawa, pero le costó la vida. A futuro, la historia olvidó a Tomoe y le dio
todo el crédito a su esposo. Sin embargo, Gilad la acompañó hasta el final y
sabe la verdad. Antes de dar su último suspiro, Tomoe sólo hizo una oración
pidiendo que sus hijas supieran lo que ella hizo ese día.
Gilad ha cumplido en mantener viva la historia
de Tomoe por trece generaciones. Si bien algunas heridas se desvanecen, otras
quedan contigo para siempre…
Nota: 7,0.
Nota final: 6,6 (Chile) / 9,5 de 10 (Global).
Para el próximo número, la tercera
parte de “Frente interno” mantiene su estructura, siendo el
turno de centrarse en Livewire.
De momento me despido, muchas gracias por
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Será hasta una próxima ocasión. Qué tengas un excelente día. 😉
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