lunes, 25 de junio de 2018

THE MAN OF STEEL # 4 – DC COMICS



Reseñado por: JML
Edición original: The Man of Steel # 4 (Jun-2018)
Guión: Brian Michael Bendis.
Arte: Kevin Maguire, Jason Fabok.
Color: Alex Sinclair.
Portada: Iván Reis.


Guión: Ya llegando a su cuarta entrega, Brian Michael Bendis sigue estirando la intriga de esta miniserie, manejando el suspenso de modo tal que no molesta, sobre todo por la tendencia semanal de la misma. Tal vez si fuese un cómic mensual, esperando cuatro meses para tan poco avance, sería otro el cuento. Así que el formato y la periocidad de la publicación sin duda que es un factor que juega a favor.
 Los sucesos de esta entrega conectan con la historia corta de Bendis con Jim Lee para el histórico Action comics # 1000, pudiendo por fin unir todos los puntos de cara a lo que sigue. Ya quedando tan sólo dos entregas de The Man of Steel por delante, desde luego que será tiempo de comenzar a recibir respuestas y resoluciones.
Nota: 6,0.


Arte: El encargado del arte en esta entrega es Kevin Maguire, artista que por lo general mantiene un buen estándar en sus trabajos, pero para un veterano lector como en mi caso, ningún trabajo posterior ha sido tan bueno como su mítica contribución a la Justice League de Giffen y DeMatteis. Y manteniendo la tónica, Jason Fabok se hace cargo de las páginas dedicadas a la secuencia de flashback dedicada a lo sucedido a Lois y Jon.
 La portada de este cómic, así como de todos los ejemplares de esta miniserie, es obra de Reis. Una vez los seis ejemplares de The Man of Steel sean publicados, al unir las seis portadas se formará un póster más grande.
Nota: 6,0.




Historia: Superman y Supergirl enfrentan a Rogol Zaar en Metrópolis. El hombre de acero se percata que este nuevo villano es meticuloso. Lo ha traído hasta la ciudad para estudiar sus métodos y reacciones. A todas luces Rogol Zaar es de origen alienígena, y conoce más de Superman que lo que él conoce sobre su adversario. Aparentemente el sol amarillo también incrementa los poderes de Rogol Zaar, lo que puede resultar en una ventaja, pues Superman ya está acostumbrado a ello. Tras perder brevemente de vista a su adversario, este reaparece haciendo a un lado a Supergirl y atacando a Superman hasta dejarlo inconsciente – léase entremedio la historia relacionada de Action comics # 1000 -.
 En otro flashback relacionado a lo sucedido a Lois y Jon, se descubre que el visitante que venía en una nave no es otro sino Jor-El, quien ha venido por su nieto.
 De regreso al presente, la SCU de Metrópolis comandada por Maggie Sawyer, y el Green Lantern Hal Jordan han llegado al lugar para saber que ocurrió. Superman recobra la conciencia y recuerda las palabras de Rogol Zaar, quien admitió su deber de limpiar la galaxia de la plaga kryptoniana, adjudicándose la destrucción del planeta Krypton.
 El hombre de acero regresa a la destruida Fortaleza de la Soledad donde se encuentra cara a cara con Rogol Zaar. Cuando Rogol Zaar intuye que Superman ha tenido un hijo en la Tierra, expandiendo la “plaga kryptoniana”, Superman pierde los estribos y ataca con todo el poder de su visión de calor…
CONTINUARÁ…
Nota: 6,0.




Nota final: 6,0 (Chile) 8,5 de 10 (Global).
 Lo de Rogol Zaar se está poniendo más interesante a cada nuevo número que va apareciendo. Bendis está construyendo a un buen personaje, demostrándonos que no era chiste lo que tras su llegada nada volvería a ser lo mismo. Se nota una planificación de fondo con estudio de causa, Superman y su entorno lucen bien de un modo que hace tiempo no lo hacían de tal manera, sin desmerecer a los autores previos como Dan Jurgens o Peter Tomasi, que lo estaban haciendo bastante bien desde la etapa DC rebirth.
 Quedan ganas de ver qué le depara el futuro al hombre de acero. Con un Bendis en buena forma puede ser una nueva época dorada para el personaje.

 Me despido, muchas gracias por tu visita. Recuerda que también puedes seguir nuestras novedades y diversas noticias en nuestros espacios de Facebook o Twitter.

 Qué inicies una buena semana, nos leemos en una próxima ocasión. 😉

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