Reseñado por: JML
Edición original: The
Flash # 49 (Abr-1991)
Guión: William Messner-Loebs.
Dibujo: Greg LaRocque.
Tintas: José Marzan Jr.
Color: Glenn Whitmore.
Portada: Greg LaRocque.
Guión: Como lo decía en la reseña anterior, en este número las cosas empeoran antes de mejorar. Wally se enfrenta a Vándalo Salvaje, enterándose que él fue
quien secuestró a su madre, y además
está detrás de un gran complot de drogas.
Entre la espada y la pared, Wally
debe enfrentar un desafío imposible,
donde la única opción es perder o perder.
William
Messner-Loebs juega de buen modo con la tensión en este número, particularmente en las páginas finales, donde nos da a entender que todo ha acabado para Wally… ¿o
no?... Desde luego que no fue así, pero leyendo este cómic cuando salió
originalmente, sí que resultó ser un
gran cliffhanger…
Nota: 6,0.
Arte: El arte de Greg LaRocque
mejora sustancialmente en esta entrega, ofreciendo un buen espectáculo visual ante las circunstancias ocurridas. La expresividad lograda en los personajes juega de buena manera en
mantener el vilo de suspenso a tenor
de lo que va sucediendo página tras
página. Un buen trabajo.
Por cierto, la portada es un gran spoiler del contenido del cómic.
Nota: 6,0.
Nota: 6,0.
Nota: 6,0.
Sin más remedio que aceptar, Wally acude a las coordenadas del duelo, en un desierto de Egipto. El truco es que Wally debe pararse sobre una placa que le roba la velocidad, y ser más rápido que un disparo de Salvaje. Lamentablemente, sin su velocidad, Wally es incapaz de esquivar el disparo de Salvaje, cayendo muerto en frente de sus seres queridos.
Wally yace en el desierto cuando aparece volando el joven Jones - quien posee el alma de Immortal man -, clamando que con Flash muerto deberá detener a Vándalo Salvaje por sí solo…
CONCLUIRÁ…
Nota: 6,0.
Y así no más, todo queda servido de cara a la conclusión en el trascendental número 50 de este volumen de The Flash… De ello les hablo en la próxima reseña.
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