Reseñado por: JML
Edición original: Pitt # 3 (Feb-1994)
Guión: Brian
Hotton, Dale Keown.
Dibujo: Dale
Keown.
Tintas:
Joe Rubinstein.
Color: Joe
Chiodo.
Portada: Dale Keown.
Guión: Al momento de su publicación, el cómic de Pitt
sufría de grandes retrasos, siendo
estos primeros números publicados con un
margen de varios meses de separación, lo que desde luego le jugaba en contra, probando la paciencia del lector, a
sabiendas que siendo un cómic
independiente era imperativo vender, para seguir dándole continuidad a la historia del
personaje. Lo cierto es que Dale Keown
tenía problemas personales, que como he mencionado en otras reseñas, a la larga le harían abandonar Image comics, y publicar más
independientemente aún con su sello de Full
Bleed Studios. Llegando a este tercer
número, ya había pasado algo más de
un año desde la publicación del primero…
En fin, detalles aparte, como bien se dice, más vale tarde que nunca…
Yendo a lo que es netamente el análisis del cómic, lo negativo del caso es que, para tanta espera, el cómic se hace corto y no pasan muchas cosas, denotando quizás cierto apuro en su elaboración, a pesar del largo lapso de tiempo entre un número y otro. La premisa seguía
siendo atrayente, pero en el balance final de las cosas, desde luego
que hay que saber sopesar todos los
factores.
Nota: 5,0.
Nota: 5,0.
En Connecticut, Timmy y su abuelo hablan con las autoridades respecto al ataque alienígena que sufrieron, y cómo Pitt les ayudó a sobrevivir. Las autoridades hacen la conexión e identifican a Pitt debido a su previa aparición en New York. Es cuando de pronto son atacados por Zoyvod. Zoyvod captura a Timmy, sintiendo su conexión con Pitt, y desde luego, buscando atraerlo.
Por su parte, Pitt se entera de la llegada de Zoyvod y se apresura en ir a ayudar a Timmy, sabiendo que el enemigo no vacilará en asesinar al niño. Si existe un buen momento para pelear, sin duda que es este…
Nota: 5,0.
Nota final: 5,3 (Chile) / 7,5 de 10 (Global).
Sobre la edición en español de Pitt, que corrió a cargo de Norma Editorial, lo bueno del caso fue que, a diferencia de la edición americana, no tuvimos que sufrir de los grandes retrasos en su publicación. En este caso el refrán “más vale tarde que nunca” fue al menos algo más positivo…
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