Reseñado por: JML
Edición original: Daredevil # 236 (Nov-1986)
Guión: Ann Nocenti.
Arte: Barry
Windsor-Smith.
Color: Max
Scheele.
Portada: Walter Simonson.
Guión: Este fue el primer número de Daredevil
escrito por Ann Nocenti, teniendo la particularidad de tomar la posta
de la serie un par de números después de concluida la trascendental Daredevil: Born Again, obra que como bien
sabemos, marcó un antes y después en la mitología del hombre sin miedo.
Con este antecedente, quizás otro autor
podría haberse sentido minimizado. Por el contrario, Nocenti abrazó
de buen modo el legado de lo ofrecido por Frank Miller haciéndose cargo de
algunos de los daños colaterales en la figura de otro soldado en la
misma línea de Nuke que podría suponer un potencial peligro. Es por
ello que Black Widow tiene la misión de eliminarlo antes de que sea
demasiado tarde, y Daredevil se ve inmiscuido en medio de ello.
Nocenti ofrece un relato con tono apropiado y bastante tacto dejando en claro que los traumas de estos soldados no van por el lado de odiar al mundo, sino por tener que lidiar con su propia mente, con el peso de sus conciencias, sabiendo que jamás podrán cumplir los sueños que se les prometieron. La promesa del sueño americano no funciona para las máquinas de matar… Un buen inicio para la etapa de Nocenti, quizás infravalorada en su momento, pero que los que somos aficionados de Daredevil sabemos disfrutar como un buen vino al paso del tiempo.
Nota: 6,0.
Arte: Algo que le da mayor relevancia a este
número es contar con el arte completo, en lápiz y entintado, del siempre
prolijo Barry Windsor-Smith. Sin duda, todo un lujo.
La secuencia del comienzo de este número, involucrando los aspectos de la creación de un súper soldado, es bastante interesante, pues si bien fue publicado años antes exuda un aura bastante similar a la de la mítica historia Arma X (1991), obra del mismo Windsor-Smith.
Interesante desde la perspectiva que la misma obra de un autor puede
influenciar a sus futuros trabajos.
Nota: 6,0.
Nocenti ofrece un relato con tono apropiado y bastante tacto dejando en claro que los traumas de estos soldados no van por el lado de odiar al mundo, sino por tener que lidiar con su propia mente, con el peso de sus conciencias, sabiendo que jamás podrán cumplir los sueños que se les prometieron. La promesa del sueño americano no funciona para las máquinas de matar… Un buen inicio para la etapa de Nocenti, quizás infravalorada en su momento, pero que los que somos aficionados de Daredevil sabemos disfrutar como un buen vino al paso del tiempo.
Nota: 6,0.
Nota: 6,0.
Hazzard va a visitar a su madre y ve a su sobrino. Luego que su pobre madre tiene un leve ataque cardíaco, Hazzard le da sus viejas armas a su sobrino cuando se percata que lo están rastreando.
En las azoteas de Hell’s Kitchen, Hazzard se mete en una lucha contra Black Widow y Daredevil. El tipo se asusta cuando ve a un diablo humano frente a él y comienza a tener un ataque de pánico. Daredevil increpa a Black Widow por haberlo utilizado a sabiendas que Hazzard es un hombre religioso. Black Widow intenta matar a Hazzard, pero este la agarra por el cuello. Sabiendo que nunca podrá cumplir con su sueño de casarse y tener una familia, pues lo único que sabe hacer es matar, Hazzard toma el arma de Widow y se suicida.
Desde la ventana en la casa de la madre de Hazzard, su pequeño sobrino juega con las armas que le dio su tío, fingiendo disparar a la gente que pasa por la calle en plena celebración del 4 de Julio. Los fuegos artificiales adornan el cielo Neoyorkino...
Nota: 6,0.
Detalle a mencionar, como se puede observar en la portada, este número formó parte de la celebración del 25 aniversario de Marvel comics – contabilizado desde la publicación del cómic Fantastic Four # 1 (1961) -. Su ilustración corrió a cargo de Walter Simonson.
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