Reseñado por: JML
Edición original: Dial H # 11 (Abr-2011)
Guión: China Miéville.
Dibujo: Alberto Ponticelli.
Tintas: Dan Green.
Portada: Brian Bolland.
Guión: El título de la historia
juega con la iniciativa del mes WTF!, interpretando la F como Flash, en un claro juego
de palabras para los gringos.
Para mayor comprensión de lo que sucede hay
que tener nociones de los previos números, aunque se pueden hacer ciertas ideas
generales al respecto. Se juega bastante con las rarezas, lo desconocido y hay
grandes dosis de humor negro, lo cuál hace cierto contraste con que el
protagonista adquiera los poderes de Flash, uno de los héroes más correctos del
universo DC. Es un cómic que perfectamente podría ser parte de
la línea Vertigo si siguiesen rigiendo los viejos valores.
En mi caso personal no tengo tiempo de seguir
tantas colecciones, mi vaso está bastante lleno con todo lo que leo
mensualmente, pero de todas maneras leí este cómic por obligaciones editoriales
hacia el blog. Rescato lo distinto y extravagante, aparte que me pareció una
manera brillante e inteligente de tener cierta conexión con otras partes del
universo DC con esta “aparición” de Flash. Y lo digo entre comillas porque es
la casi aparición…
Nota: 6,0.
Arte: El dibujo de Alberto Ponticelli
no sigue cánones artísticos de perfección. Los puntos fuertes de Ponticelli
están en los aspectos agudos, oscuros y de ciencia ficción / terror de los
cómics, lo que hace muy bien aquí.
Tal cuál como el guión, el dibujo es
diferente, de a ratos abstracto. Lo curioso del “Flash” que vemos en este
episodio es que utiliza el traje clásico, anterior a la etapa de los New 52.
En resumen, y como siempre he dicho, lo
diferente no es malo, sólo es… diferente.
Y como guinda del pastel una excelente portada
del magnífico Brian Bolland, que refleja de buena manera el mes WTFlash!...
bwahahahahah!!!
Nota: 6,0.
Historia: Centipede sigue haciendo
de las suyas. Mientras, Nelson y Roxie se despiertan juntos. Nelson queda
sorprendido de darse cuenta de lo que hicieron. Ella uso su dial para cambiar
de aspecto y engatusarlo hasta llevarlo a la cama. Ella no muestra sin ningún
arrepentimiento por lo sucedido, pero Nelson toma el dial, y al usarlo
desaparece.
Pero en realidad no ha desaparecido, sino que
ha tomado los poderes y aspecto de Flash y no puede detenerse a una velocidad
normal. Tras calmarse se percata que le ha robado los poderes al Flash
original, teniendo nociones de cosas como el problema en Iron Heights. Esto
aumenta su preocupación al darse cuenta que el dial lo está haciendo robar
poderes a otras personas.
Una vez se pasa el efecto de dial, Nelson y
Roxie aparecen frente al Opera House en Australia, donde su encuentran al lado
de Centipede, y el cielo se abre, con Fixer en busca de los ladrones de diales.
Nota: 6,0.
Mi análisis puede parecer pobre a causa
principalmente de que no sigo regularmente esta serie, por lo que me costó un
poco digerir este episodio, el cuál leí a causa de ser continuación de The Flash # 18.
Lo cierto es que no tiene gran relevancia o
contexto en lo referente a lo que ocurre en las páginas de Flash. No es una
continuación en toda regla, sino más bien el saber a dónde diantres fueron a
parar los poderes de Flash. En ese sentido, se puede tomar como una brillante
estrategia de enganche considerando que en el Flash # 18 se anunciaba que la
historia continuaba aquí – admito que yo
caí en el truco -, pero la historia de por sí va bien calzada en los
eventos de la serie Dial H, que por cierto está teniendo el favor de la
crítica.
A los que tengan tiempo y gusten de este tipo
de cómics, les recomiendo echarle un vistazo y darle una oportunidad.
Por lo pronto me despido, deseándoles un muy buen día. Recuerden seguir nuestras novedades también por Facebook o Twitter. 😉
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