Reseñado por: JML
Edición original: Spider-man # 8 (Mar-1991)
Guión y arte: Todd McFarlane.
Color: Gregory Wright.
Portada: Todd McFarlane.
Guión: Al igual que en los dos arcos anteriores de este volumen, Todd
McFarlane mantenía la tónica de ofrecer una historia oscura y tenebrosa,
jugando justo en el límite de la censura en lo que respectaba a la violencia
explicita; en este caso demostrando una macabra fascinación por los niños
muertos. Quizás para un cómic de su Spawn es algo que resulta de
perillas, pero tratándose de Spider-man se siente algo fuera de
lugar, más aún porque McFarlane trataba de mantener a un protagonista
chistoso y alegre, pese a que su narrativa no inspiraba precisamente un
sentimiento de alegría. No hay un adecuando balance entre todos los elementos
de la narración, y tratando de ser más sofisticado, el autor sobrecarga el
cómic con diálogos que de a ratos están de más, llegando a ser redundantes.
En resumidas cuentas, el problema de fondo
de McFarlane siempre ha sido la mala ejecución de sus ideas, detalle que al
paso del tiempo ha sabido sub sanar rodeándose de gente más preparada que él
para las labores de escritura.
Nota: 5,0.
Arte: Siendo de origen canadiense, esta historia le da a McFarlane
la chance de llevar a Spider-man de viaje hasta su país natal, con un invitado
de lujo que también es de nacionalidad canadiense: Wolverine. Si bien
era un hecho comprobado que McFarlane ilustraba bien al arácnido, ilustrar
al mutante con garras de adamantium también se le daba bastante bien, tal
como había demostrado previamente en la ilustración del cómic The Incredible Hulk # 340 (1988). Y Wendigo no se queda atrás, luciendo terroríficamente
monstruoso en el lápiz del ilustrador canadiense.
Nota: 7,0.
Nota: 5,0.
Más tarde, en New York, Spider-man acaba de atrapar a un asaltante y escucha su falsa historia sobre tratar de venderle un cuchillo a la anciana. Intenta que el asaltante confiese, pero él se niega. Todo el proceso lleva una hora, tiempo suficiente para que la red de Spider-man se disuelva y envíe al matón al callejón lleno de basura que hay debajo. La caída deja inconsciente al asaltante, por lo que Spider-man se marcha, dejándolo en manos de las autoridades. Sin embargo, el intento de asalto ha retrasado su regreso a casa. Cuando Spider-man regresa a su apartamento en Soho, descubre que su esposa Mary Jane se ha quedado dormida mientras lo esperaba.
En Canadá, Anna Brooks siente que el peso de revelar esta historia comienza a ser una carga. Pensando que Wendigo es responsable del asesinato, se pregunta qué podría haber motivado al monstruo a matar. Con otro niño, Bill Rice, aún desaparecido, teme que él también pueda estar muerto. En el bosque, Wendigo se da un festín con su última matanza. No muy lejos, un grupo de búsqueda de la RCMP encuentra los restos mutilados del niño Rice. El inspector Krahn informa del descubrimiento y ordena a sus hombres que intenten mantener a la prensa lo más lejos posible de la escena. Luego, el inspector les ordena a sus hombres que vayan a la casa de los Rice y les informen de la trágica noticia antes de que los medios se enteren. Krahn ahora está más decidido que nunca a encontrar a la criatura y matarla. Sin embargo, cuando la noticia se divulga, la gente de Hope comienza a temer por sus vidas. Las casas están bajo llave y la compra de armas y municiones en la región se dispara. Mientras tanto, la prensa continúa sensacionalizando la historia cada día que pasa. En este punto, Peter Parker acaba de registrarse en su habitación de hotel en la cercana ciudad de Chilliwack. Después de confirmar que las cosas son tan horribles como dicen los periódicos, Peter le dice a su esposa que va a tomar un poco de aire fresco y sale a lanzarse telarañas como Spider-man.
Han pasado nueve días desde que se encontró el cuerpo de David Neusel y la gente de Hope todavía está aterrorizada porque Wendigo sigue suelto. Un grupo de cazadores sale a cazar a la criatura y se encuentra con un lobo que acecha la zona. Antes de que puedan dispararle a la inocente criatura, alguien se les echa encima y los deja inconscientes. Una sola palabra está grabada en un árbol cercano como mensaje para los demás: "Alto". El hombre responsable es el héroe mutante conocido como Wolverine, que ha vuelto a su país natal para poner fin a la locura que se ha apoderado de esta comunidad…
CONTINUARÁ…
Nota: 5,0.
Wolverine sólo aparece en la página final de este número; en la próxima parte lo veríamos inmiscuirse más en el asunto, aunque aún no interactuando directamente con Spider-man…
Será hasta una próxima ocasión. Qué tengas un excelente día. 😉
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