Reseñado por: Ash
Edición original:
The incredible Hulk # 466 y 467 (Jul-1998 / Ago-1998)
Guión: Peter David.
Dibujo: Adam Kubert.
Tinta: Mark Farmer.
Color: Steve Buccelatto.
Resumen_Siempre hay un momento en la
vida de nuestros superhéroes favoritos en que la posibilidad latente de la pérdida
de un ser querido, se hace realidad. Es cierto que la muerte en el mundo del
comics es tan manejable como nunca lo ha sido en la realidad de sus lectores y
salvos contadas excepciones, aquellos cercanos de los protagonistas no se
mantienen a seis pies bajo tierra por mucho tiempo. Es una fórmula utilizada en
arcos arguméntales importantes, en algunos casos o más allá de un verdadero
interés de abordar esas temáticos, no son más que simples encargos para elevar
ventas alicaídas. El siguiente comic a revisitar, es una verdadera excepción a
la regla.
El primer golpe visual de esta historia,
titulada “De todas las palabras tristes” nos deja en la posición de testigos de la descomposición de
Betty Ross debido a radiación gamma y la búsqueda de Bruce Banner por hallar
una cura que revierta tal condición, poniendo de por medio, las reacciones del
general Ross y Doc Samson, quienes culpan a nuestro héroe de tal daño a su hija
y colega respectivamente; tales acontecimientos, son entrecruzados por la
lectura de la autobiografía de Betty (titulada “campos de verde”) en manos de
Marlo Jones (señora de Rick Jones) la misma noche de su muerte. En el siguiente
número (Las solitarias y planas arenas), ocurre un salto temporal, donde un ya
mayor Rick Jones, le cuenta a un reportero de nombre “Peter” los hechos
posteriormente narrados[1], en conmemoración del décimo aniversario o del “día
que Hulk empezó la cuesta abajo que nunca deseó transitar…”
[1]
Como curiosidad, el cuarto donde transcurre la narración está lleno de objetos
históricos del universo Marvel, desde el traje de Bucky, hasta una fotografía
autografiada por Stan Lee, entre otras cosas más.
Vamos por parte. Peter David es uno de los
pocos guionistas, que yo haya leído que es capaz de poner en conjunto
referencias a la cultura pop, desarrollo de psicología de peso y problemas de
índole social e individual en el mundo contemporáneo, siempre paseándose de
grandes dosis de humor negro y momentos totalmente desconsoladores. Si Alan
Moore es Orson Wells, si Grant Morrison es David Lynch y Garth Ennis Tarantino,
entonces David sería una mezcla entre John Hughes, los hermanos Cohen y un
poquito de Tarkovsky. Sin duda alguna, su pasada por El Increíble Hulk es un
verdadero oasis entre tanta sobre explotación chovinista de la mujer y
violencia gratuita durante los noventa [2], recreando un personaje desde las cenizas
(vemos un Hulk pensante dominado por Banner) y dotándolo de perfil psicológico
más realista (problemas de personalidad múltiple y abuso infantiles).
[2]
¿Alguien dijo Rob Liefield?
La triada que se logra en estas historias de
guión dibujo y color en la composición es bastante agradable a la retina,
puesto que Adam Kubert encuentra un componente perfecto en la paleta cromática
por parte de Buccelato (muy notable la incorporación de los colores por medio
del lápiz grafito y los claros oscuros en las páginas finales).
El número 466, en palabras cortas es una buena
narración, con una yuxtaposición de viñetas y acciones, que dotan al clímax y
lo hacen muy diferente si hubiese sido expuesta de forma más convencional; pero
es en el número 467 (número de despedida del guionista y dibujante), donde
vemos la mayor diferenciación con el número anterior. Cada cuadro está narrado
en tercera persona, y salvo referidas excepciones, somos interrumpidos por
diálogos en globo. No deseo comentar o irme demasiado en detalles de la
historia, porque creo que leer estos comics son una verdadera delicia y no
deseo arruinarle a nadie este placer, basta con decir que si este hubiese sido
el número final de una serie cualquiera, hubiese sido magistral; fue una
verdadera lástima que el personaje haya sido revivido de la forma que lo fue,
por la misma persona que revivió a Jason Todd, lastima.
Pocos comics me han dejado con una sensación
tan agridulce [3], de una historia que la mayoría hemos vivido al ver la
imposibilidad de detener la muerte de un ser querido, como si una muerte real
estuviese ocurriendo en un mundo que muchas veces nos sirve de escapatoria de
este, y acá es todo lo contrario, nos envía directamente a la realidad y nos
hace confrontarla, por más ficticia que nos parezca a veces.
[3]
Otros que se me vienen a la mente son Animal Man # 5 y 26,Swamp Thing # 21,
Detective Comic #628, donde también hay una revalorización al tema de la muerte
como mayor enemigo a no ser vencido jamás.
lo mejor que le ha pasado a Hulk por lejos es Peter David, gran reseña, ojalá publiquen más cosas de Marvel. Saludos ;)
ResponderEliminarGracias por tu visita ;)
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