Reseñado por: JML
Edición original: Wolverine
# 9 (Jul-1989)
Guión: Peter David.
Arte: Gene Colan.
Color: Mark Chiarello.
Portada: Gene Colan.
Guión: Peter David se
encarga de la escritura de este número sacando al protagonista del habitual
contexto de la época en Madripoor para relatarnos una historia
desconocida de su pasado. Desde el comienzo nos percatamos que Wolverine
está de cacería, y en el transcurso de la lectura nos vamos enterando de qué
es lo que sucede.
Para un cómic
que roza entre la acción y el terror de una persecución,
hay momentos en que David ofrece demasiados diálogos, inclinando la balanza
constantemente entre lo que es más apropiado para el desarrollo de la
historia. Inclusive, en opinión personal, creo que un número de este tipo hubiese
funcionado mejor aún sin diálogos para que nosotros los lectores pudiésemos
inferir de qué iba la cosa.
Interesante
número a suerte de one-shot que sirvió para cambiar de aires momentáneamente
respecto al status quo del personaje por aquellos años.
Nota: 5,0.
Arte: El genial John Buscema
es reemplazado por otro maestro de la ilustración, el gran Gene Colan.
Ya decía en el punto anterior que este número hubiese funcionado de
maravillas sin diálogos. Y eso se debe al excelente trabajo de Colan,
que con notables ángulos a la hora de hilvanar el relato visual mantiene
el suspenso vivo con una tensión imperante de principio a fin.
Siempre son bien
agradecidos los números de relleno con artistas de reemplazo que
ofrecen calidad y buen oficio.
Nota: 6,0.
Historia: Años atrás. Un grupo de
hombres alquila una cabaña en un campamento. Los hombres parecen ser cazadores,
ya que cada uno lleva rifles, pistolas y cuchillos. Los cazadores están
paranoicos y, al menor sonido o visión de movimiento, sacan sus armas,
preparándose para ser atacados. Sus nombres son Bruno, Rollins, Van Slyke,
Needle y el aparente líder del grupo, Malone. El grupo está siendo perseguido
por un desconocido que ya se ha cobrado la vida de dos de sus otros compañeros.
Poco después de entrar en la cabaña, Van Slyke se apoya contra la pared y
enciende un cigarrillo. Momentos después, las garras características de
Wolverine atraviesan la pared y lo matan, desapareciendo de nuevo por el
agujero. El resto de los hombres sale corriendo de la casa en busca de su
enemigo, disparando salvajemente al aire nocturno y a todo lo que se mueve,
mientras Wolverine se burla de ellos. Asustado, pero sin ningún lugar adonde
correr, Malone pone a Rollins de guardia mientras el resto duerme un poco. Mientras
duerme, Malone comienza a soñar con la primera vez que Wolverine los atacó. En
un viaje de caza, los entonces siete hombres ven un ciervo moverse en el
bosque. Después de que uno de ellos le dispara y se va a buscarlo, se escucha
un grito desde el bosque. Asustado, el grupo de hombres grita y llama a su
compañero, pero es Wolverine quien responde arrojando el cadáver del hombre
frente a ellos. Disparando al azar, los hombres se alejan en la noche,
perseguidos por el mutante con garras. Malone se despierta violentamente de su
sueño. Cuando se sienta, ve a alguien cubierto con una sábana tirado en el
suelo. Al principio, Malone piensa que es Rollins, dormido mientras está de
guardia, pero cuando la figura se levanta, las garras de adamantium salen y la
sábana cae, revelando a Wolverine. En estado de shock, Malone se sienta allí
mientras Wolverine se da vuelta y dice: "¿Recuerdas Irak?" antes
de saltar por la ventana y desaparecer en la noche. Una vez más, Malone intenta
perseguir a Wolverine, pero lo pierde de nuevo y sólo encuentra el cuerpo de
Rollins fuera de la cabaña. Al no tener otra opción, los tres hombres
sobrevivientes, Malone, Needle y Bruno, se adentran en el bosque. Mientras
viajan, Malone y Needle intentan recordar qué había sucedido en Irak y cuál era
exactamente la conexión entre ellos y su perseguidor.
Malone y Needle sirvieron como mercenarios
hace cinco años en Irak. Contratados por militantes iraquíes, el grupo atacó y
tomó posesión de una embajada estadounidense. Mientras estaba allí, Malone se
encariñó con una de las rehenes femeninas: una monja.
Después de que sus avances fueran rechazados
innumerables veces, Malone decidió que sería una buena idea sacar a la monja y
a los otros rehenes, alinearlos contra la pared y dispararles armas descargadas
de vez en cuando, haciéndoles creer que los estaban ejecutando. Esto hizo que
la monja finalmente cediera a sus deseos. El decimotercer día, Delta Force
atacó la Embajada y mató a la mayoría de los soldados mercenarios. Malone
escapó matando a uno de los comandos de Delta Force y llevándose su uniforme. Mientras
Malone corría por un pasillo hacia la salida, un soldado iraquí, que no lo
reconoció, estaba a punto de dispararle cuando de repente lo mataron. Cuando
Malone fue a revisar el cuerpo, encontró la garganta del iraquí cortada de
oreja a oreja. Al recordar esto, Malone hace la conexión de que Wolverine debe
haber estado allí en Irak. Malone, Needle y Bruno llegan a un río donde se
topan con dos hombres que se preparan para abordar una canoa. A punta de
pistola, los tres secuestran la canoa y parten río abajo en busca de un lugar
seguro. De repente, una mano sale del agua delante de ellos y, cuando se
acercan, la mano saca sus garras y parte la canoa por la mitad. Mientras
intentan nadar hasta la orilla, Needle cae bajo el agua y muere, pero Malone y
Bruno llegan a la orilla. Agotado por la persecución constante, Bruno
finalmente pierde los estribos y grita en el bosque que está dispuesto a matar
a Malone ahora mismo si Wolverine lo deja vivir. Sin embargo, antes de que
Bruno pueda dispararle, Malone saca su pistola y mata a su último compañero. Solo,
Malone corre tan rápido como puede durante lo que parecen horas antes de
detenerse en una cascada. Sin ningún lugar a donde ir más que hacia abajo,
Malone finalmente es acorralado por Wolverine, que aparece de repente detrás de
él. Ahora, Wolverine finalmente explica por qué ha estado persiguiendo a
Malone.
Hace cinco años, en Irak,
Wolverine estaba allí. Supuestamente, en la embajada de Estados Unidos había
ciudadanos canadienses presentes, por lo que antes de la entrada de la Delta
Force se contactó con el gobierno canadiense. A su vez, Wolverine por aquel
entonces “Arma X”, fue enviado junto con los comandos. Durante la redada,
Wolverine se encontró con la monja, una civil canadiense, ahora un ser roto y
violado. Al recibir una bala perdida en el fuego cruzado, las últimas palabras
de la monja fueron para hacer que el hombre que la violó sufriera tanto como
ella. Las dos últimas palabras que escuchó antes de morir fueron las de
Wolverine diciendo: "Lo prometo". Wolverine tenía toda la
intención de cumplir la promesa y ahora, cinco años después, ha encontrado a
Malone. Desafiante hasta el final, Malone se niega a morir a manos de Wolverine
y, en su lugar, se pone el cañón de su arma en la cabeza y se dispara, cayendo
por la cascada al abismo de abajo. Satisfecho con cumplir su promesa, Wolverine
abandona la escena.
En el presente, en Madripoor, Wolverine está
sentado en el Bar Princesa recordando y sosteniendo una cruz en su mano…
Nota: 6,0.
Nota final: 5,6 (Chile) / 8 de 10 (Global).
Para la próxima entrega regresaría Chris
Claremont para su último número en esta etapa, ofreciéndonos uno
de los mejores enfrentamientos entre Wolverine y Sabretooth de todos los
tiempos, que ayudaría a definir de manera asertiva su eterna enemistad…
De momento me despido, muchas gracias por
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Será hasta una próxima ocasión. Qué tengas
un excelente día. 😉
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