Reseñado por: JML
Edición original: Captain Atom # 18 (Ago-1988)
Guión: Cary Bates, Greg Weisman.
Dibujo: Pat Broderick.
Tintas: Bob Smith.
Color: Shelley
Eiber.
Portada: Pat Broderick.
Guión: Tal como indica el título de este cómic, en un “juego
de poder”, el general Eiling es
secuestrado y luego sometido a una serie de trampas mortales, aparentemente
siendo todo obra del Major Force. El
Capitán Atom se ve entre la espada y la pared a la hora de
decidir si ayudar, o no, en la situación que acontece, debiendo poner en la balanza todo lo malo que Eiling le ha hecho, así como el cariño que sus hijos sienten por él,
habiendo sido un buen padrastro para
ellos.
Siempre
resultaban interesantes los giros que Bates y Weisman le iban dando a las
relaciones interpersonales de los personajes, más aún en este número, donde
más allá de un juego de poder, es también un juego de despistes, pues el verdadero
responsable detrás de todo esto era alguien que no parecía ser sospechoso de buenas a primeras. Sin embargo, así
como los giros eran constantes, tampoco
era algo ilógico que llegase a suceder.
Entretenida lectura, que mantenía su buen enganche para el núcleo de lectores que seguían las aventuras del Capitán Atom a finales de los ’80.
Nota: 6,0.
Arte: El arte de Pat
Broderick jugaba sustancialmente a favor a la hora de mantener el enganche de leer esta serie. A estas alturas, un año y medio ilustrando la serie, ya
le tenía totalmente tomado el pulso a los personajes,
haciéndolos suyos y dotándolos de personalidad propia. Lo
he dicho en reseñas anteriores, quizás sea un trabajo que no fue bien valorado en su momento, pero para quienes gustamos del
personaje, sabemos apreciarlo a bien.
Nota: 6,0.
Entretenida lectura, que mantenía su buen enganche para el núcleo de lectores que seguían las aventuras del Capitán Atom a finales de los ’80.
Nota: 6,0.
Como Capitán Atom, Nathaniel pronto encuentra el helicóptero, lo que indica que no funcionaba correctamente y obligó a sus pasajeros a realizar un aterrizaje de emergencia. Luego informa al coronel Uber, quien le plantea sus sospechas de que el Major Force está involucrado. Uber explica que Major Force siempre ha sido monitoreado por sus implantes, pero sólo funciona si no se desvía más de 200 millas de la estación de rastreo más cercana. De ahí la necesidad de Force-One, que monitoreará constantemente a Major Force. Megala también jugó un papel clave en el desarrollo del satélite para compensar su papel en la creación de Major Force. Uber deduce que Major Force probablemente esté tratando de chantajear a la USAF para cancelar el lanzamiento del satélite a cambio de la vida de Eiling y Allard. Pero Uber rechaza el chantaje de Major Force y el Capitán Atom vuela para localizar la última ubicación conocida de él.
Los hombres regresan a la base y se enfrentan al Dr. Megala y Babylon, a quienes Eiling considera los autores de su supuesto secuestro. Megala admite su crimen y afirma que todo esto es parte de su "seguro". El médico sabía que algún día sería indispensable para Eiling y por eso desarrolló un plan de contingencia: organizó la abducción falsa como una distracción para que el médico instalara su propio satélite, el Megala-X, dentro del Force-One; en el que el satélite conectaba un pulso de microondas las 24 horas del día con los latidos del corazón de Megala. Si su corazón deja de funcionar, Megala-X transmitirá una cinta pre-grabada que expondrá públicamente la verdad del Proyecto Capitán Atom. En resumen, cuando Megala muera, la carrera de Eiling muere con él.
Eiling acepta de mala gana este punto muerto con Megala. El Capitán Atom pronto regresa con un Major Force ebrio, quien estaba ocasionando molestias en Suiza...
Nota: 6,0.
Sin más que agregar por hoy, de momento me despido, muchas gracias por tu visita. Si gustas de este blog puedes seguir sus novedades mediante las redes sociales, en Facebook o Twitter, donde además podrás encontrar diversas novedades relacionadas al mundo del cómic.
No hay comentarios:
Publicar un comentario