Reseñado por: JML
Edición original: Wild C.a.t.s / X-men: The Golden Age (Feb-1997)
Guión: Scott Lobdell.
Arte: Travis Charest.
Color: Wildstorm FX.
Portadas: Travis Charest, Jim
Lee.
Guión:
Jim Lee
logró su consagración trabajando en las series de X-men para Marvel. Cuando se
marchó a Image comics y creó a sus Wild C.a.t.s se hicieron evidentes las
influencias de su nueva obra debido a su paso por las series mutantes, así
como los aficionados de inmediato comenzaron a demandar un cruce entre ambos equipos.
Este especial fue el primero de cuatro que
llevó a cabo dicho afán. Como el título sugiere está ubicado en la denominada edad
dorada de los cómics, situada en la década de los ’40, en plena segunda guerra
mundial. Si bien por aquellas fechas ambas agrupaciones no existían como tal a
nivel de continuidad o en tiempo real, ello no es impedimento para urdir una
trama ocupando a dos de los personajes más longevos de cada agrupación:
Wolverine y Zealot.
Scott Lobdell es el encargado de darnos esta
primera pincelada antes del encuentro de ambos grupos en pleno apogeo, en un
cómic que deja con muy buen sabor de boca.
Nota:
6,0.
Arte: El apartado artístico está en
excelentes manos con la obra realizada por Travis Charest. Un trabajo sublime con el
tono apropiado para el tipo de relato. Su coloreado en tonos blancos, negros y grises de por sí solo sugiere que nos encontramos en
tiempo pasado, jugando con leves intentos
de darle tenues toques de color.
La portada desde ya deja en evidencia una
muestra del buenísimo arte interior, contando también para el caso con una
portada alternativa obra del propio jefazo Jim Lee.
Nota:
7,0.
Historia: Paris, Francia. Tiempos de la
Alemania Nazi. Logan se encuentra infiltrado entre los Nazis con la finalidad
de hallar el llamado pergamino Lázaro a favor de los aliados. Por su parte,
Lady Zannah busca el mismo pergamino con otros fines. Cada uno por su lado es
descubierto y se ordena su muerte. En el escape, ambos se topan confundiéndose
como enemigos. Al ver que el general Eikert escapa con el pergamino aúnan
esfuerzos y lo persiguen en una motocicleta.
Durante la persecución Logan se abalanza en el
auto que lleva a Eikert revelando que se trata de un Daemonita. Tras el choque
del auto, Logan logra hacerse del pergamino pero Lady Zannah lo ataca por la
espalda arrebatándoselo.
Al día siguiente, los caminos de Logan y
Zannah se cruzan nuevamente en la estación de trenes. Mientras ella tenga el
pergamino, Logan será su sombra. Por su manera de pelear Logan ha deducido que
ella es una guerrera Coda. Ambos toman un tren con destino a Viena. En el
camino, Zannah le cuenta a Logan sobre el conflicto entre los Daemonitas y los
Kherubim, teniendo el pergamino Lázaro un papel importante en los hechos. Es
entonces que Kenyan llega al tren para recuperar el pergamino a favor de los
Daemonitas. El cometido es logrado, y el tren explota dejando mal heridos a
Logan y Zannah.
Así, ambos rastrean la base Daemonita donde
está a punto de realizarse un ritual mediante una sacerdotisa. Zannah decide
destruir el lugar antes que se lleve a cabo la ceremonia. El lugar resulta
destruido y entre los escombros Logan pierde el rastro de su enigmática
compañera.
Nota:
6,0.
Nota
final: 6,3 (Chile) / 9 de 10 (Global).
Una muy buena primera parte que perfila al
conjunto de la historia como un arco bien planificado, mirándolo como un producto total. Deja
con ganas de más para la segunda parte. Los tres cómics siguientes, tal como este,
se situarían en diferentes épocas de la historia del cómic. La segunda parte en
la edad de plata protagonizado por Grifter y Jean Grey. La tercera en la edad
moderna protagonizada por ambos equipos como tal. Y la cuarta y última en la
edad oscura, presentándonos futuras versiones de ambos equipos quienes han
debido convivir juntos en un desolador mañana. Espero en algún momento poder
reseñar los otros episodios.
En nuestro país estos cruces llegaron a
kioskos cortesía de Grupo Editorial Vid en su momento. Eso sí que tuvo gran retraso, pues pasó
bastante tiempo de que salió el primero hasta llegar al segundo. Cosas de las
ediciones extranjeras, ¿no?...
Por lo pronto me despido, agradeciendo tu
visita y deseándote un muy buen día.
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