viernes, 15 de diciembre de 2023

FLASH: GUERRA RELÁMPAGO – DC COMICS



Reseñado por: JML
Edición original: The Flash # 78 (Jul-1993)
Guión: Mark Waid.
Dibujo: Greg LaRocque.
Tintas: Roy Richardson.
Color: Matt Hollingsworth.
Portada: Ty Templeton.
 
 
Guión: En el final del número anterior, Wally West descubrió la verdad detrás del supuesto regreso de “Barry Allen”. En este número se da a la tarea de preparar el escenario para el enfrentamiento final, tratando de absorber todo el conocimiento que pueda de los viejos velocistas de la Edad de Oro intentando ganar y salir vivo de esta. Max Mercury da con la clave de todo… el problema es el mismo Wally. En su mente erigió barreras psicológicas que le hacían ver que nunca podría superar a su mentor. Que siempre estaría a la sombra de Barry Allen. Sin embargo, ahora es el momento de demostrar por qué se ganó el derecho a llamarse Flash
 Mark Waid es un excelente maestro del espectáculo, haciendo historia y creando suspenso hasta la última página de este cómic, donde todo queda clarísimo de cara a la inevitable conclusión de la próxima entrega
Nota: 6,0.
 
 
Arte: Greg LaRocque demuestra su talento y solvencia a la hora de brindar un buen espectáculo. Toda la experiencia adquirida durante sus años en esta serie es valiosa a la hora de explayar de la mejor manera posible en el plano visual todo lo que está sucediendo; una historia que resultó ser trascendental para la mitología de los Flashes, especialmente para Wally West.
 Se agradece el cariño que exudan estas páginas, LaRocque está impecable.
Nota: 6,0.



 
Historia: Wally West lucha por aprender de sus mentores de la Edad de Oro sobre la súper velocidad, con la esperanza de poder entrenar lo suficiente para poder superar al hombre que, hasta hace poco, creían que era su amigo Barry Allen. Después de que Flash se volviera malvado y arrasara Central city, Wally ha prometido acabar con él.
 Si bien Wally no entiende la fórmula de velocidad de Johnny Quick, el dominio de la velocidad de Max Mercury es sorprendente. Aun así, el enfoque zen de Max hacia la velocidad le parece falso a Wally. Sin embargo, cuando Max sugiere que lo que más frena a Wally en términos de velocidad es el miedo a no poder estar a la altura del legado de Barry Allen, Wally se conmueve. Jay Garrick, por otro lado, no tiene nada que ofrecer más que su fe y, por primera vez, llama a Wally "Flash" en lugar de "Junior". Wally les informa a sus compañeros lo que descubrió en el libro que encontró donde Barry se re materializó y le prepara una trampa en el Museo Flash.
 Mientras tanto, el malvado Flash invade la Penitenciaría Estatal en Central city y libera a todos los prisioneros. Luego irrumpe en la armería, vibra a través de la pared y entrega todas las armas a los reclusos fugitivos. Los lleva a las calles de la ciudad, como su propio ejército privado. Sin embargo, antes de llegar lejos, Max, Jay y Johnny aparecen y recuperan todas las armas. Desafían a este Flash a luchar.
 Wally se encuentra dentro del Museo Flash, preocupado de que su plan fracase mientras comienza a juntar las piezas. Al mismo tiempo, Max y Johnny logran redirigir algunos gases lacrimógenos hacia los fugitivos, para que los guardias puedan recapturarlos. Jay se enfrenta a Flash en una brutal pelea a puñetazos que culmina cuando su adversario le rompe la pierna a Jay. Con su disfraz dañado, Flash cambiado se apresura al Museo Flash, proclamando que será recordado como el único y verdadero Flash, y buscando desesperadamente un anillo de disfraz.
 En el interior, Wally le lanza un anillo, pero cuando suelta el disfraz del interior, el disfraz no es el de Barry Allen, sino el del Profesor Zoom. Wally revela que después de leer el libro, La historia de vida de Flash, descubrió que pertenece a Eobard Thawne. Por supuesto, el profesor Zoom regresó al siglo XX sabiendo que Barry Allen estaba muerto y asumió su identidad…
Nota: 6,0.



 
Nota final: 6,0 (Chile) / 8,5 de 10 (Global).
 Y finalmente, cayó el telón… “Barry Allen” en realidad era Eobard Thawne. Si bien se podía intuir desde antes, pues las pistas ahí estaban para el aficionado más avezado, la pericia narrativa de Waid fue fundamental para provocar todo un ambiente de revelación para los lectores de la época. Ahora sí que sí, todo quedaba servido para la conclusión de esta historia, un número de esos que marcan historia
 
 De momento me despido, muchas gracias por tu visita. Si gustas de este blog puedes seguir sus novedades mediante las redes sociales, en Facebook o Twitter, donde además podrás encontrar diversas novedades relacionadas al mundo del cómic.
 
 Será hasta una próxima ocasión. Qué tengas un excelente día. 😉

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